Apenas uno entra a la oscuridad de la fría sala de Espacio Cultural Urbano, un sutil olor a pólvora invade el ambiente, denunciando -ya desde la previa- la minuciosidad y el detalle del trabajo del director, Diego Quiroz. Pronto se empiezan a oír bombardeos. En el escenario, casi pelado, sólo vemos algunas rocas.

La obra, inspirada en la novela “Los Pichiciegos” de Fogwill, cuenta la historia de un grupo de soldados argentinos, conscriptos del 82, enviados por la dictadura militar a la Guerra de Malvinas, que desertan y se ocultan en un refugio. Su único objetivo es sobrevivir, confiando en que la guerra acabe o en poder comprar su libertad para volver a casa. Ahí, en ese páramo desierto, en medio de los bombardeos, estos cinco personajes se cuentan historias, hablan del futuro y de sus expectativas, y nos muestran lo devastador y absurdo de una guerra para la que claramente no estaban preparados.

El trabajo de los actores me pareció notable; cinco personajes con cinco colores diferentes y un ritmo bien aceitado logran contar entre todos ésta situación extrema en cuyo fondo se respira el miedo. Destaco particularmente a Nicolás Meradi, con una transformación camaleónica que parece llevar acabo tan fácilmente como un nene que juega a los Power Rangers. Todo esto de la mano de Diego Quiroz, el cerebro creador, que, sin dudas a sabiendas de que nos está pinchando con nuestra propia historia, hospeda todos los domingos, mientras dura la representación de su obra, a los fantasmas de aquellos jóvenes inmolados en Malvinas.

 Ficha Técnica
Texto: Diego Quiroz
Actúan: Nicolás Meradi, Emiliano Ramos, Patricio Schwartz, Marcelo Sein, Jorge Torres
Escenografía: Luciana Riera
Iluminación: Nicolás Meradi, Diego Quiroz
Diseño sonoro: Nicolás Meradi, Diego Quiroz
Asistencia general: Gabriela Kletzel, Leandro Labraña
Asistencia técnica: Matías Baserga
Asistencia de dirección: Julieta Zeta
Prensa: Daniel Franco, Paula Simkin
Dirección: Diego Quiroz

Espacio Cultural Urbano
Acevedo 460
Sábados 21 hs