Se reestrenó el gran suceso del musical independiente de 2011, que comenzó en La Mueca  y ahora se presenta en el C.C. Konex.

Cuando callan los patos se autodefine como “Un absurdo musical con orquesta en vivo”. Ciertamente responde a las premisas básicas del teatro del absurdo, carencia aparente de significado constante, repetición cíclica de situaciones, un fuerte dejo existencialista, cuestionamiento del orden social, y esa falta de secuencia dramática que a menudo crea una atmósfera onírica. Y este sueño -o pesadilla- está coronado con un cocktail musical que recorre varios estilos, girando siempre en torno a una clave rockera.

En un basural post apocalíptico con niveles críticos de contaminación, en la llamada “Era del mambo”, Egbert, Fish, Erico y Sixto tienen la ardua misión de limpiar la “Zona 7 sur” y analizar las condiciones de sus recursos naturales. Hace 20 años que realizan esa tarea, y parece que ya nadie se acuerda de su presencia allí. Su único contacto con la naturaleza y con otro ser viviente consiste en ir a ver a los patos al Riachuelo en el día franco. Pero un día los patos se callan, y ellos entran en conflicto al perder su única alternativa de distracción ante semejante delirio rutinario. El conflicto se acentúa con la aparición de Fina, una mujer, y de algunos libros que se han salvado de una antigua quema, trastocando el orden que traían las cosas.

El elenco de delirantes es bastante homogéneo. Todos componen personajes -muy diferentes entre sí- de corte bizarro y decadente que permiten el absurdo de la obra. Destaco a Lionel Arostegui, que lo hace con una particularidad especialmente genuina y creíble, aportando una sensibilidad singular que se agradece. Lamento la pérdida de Leandro Bassano en el elenco, que estaba hasta el año pasado y me parecía un aporte fundamental; lo reemplaza Yamil Chapa, que si bien en mi opinión no está a la altura de lo que lograba Bassano, se defiende bastante bien y tiene también lo suyo. A nivel vocal son todos muy buenos, y la banda es fenomenal.

El espacio escénico está presentado con el máximo detalle y precisión: es un basural casi poético por su credibilidad dentro del sinsentido de ese mundito ficticio.

Se ve que Lautaro Metral -autor, director y compositor de la obra- sabía lo que hacía. La primera vez que vi la obra, hace bastante tiempo, cerca de su primer estreno, recuerdo que me pregunté cómo se había gestado semejante idea en su cabeza, cómo había podido organizar todo ese alboroto para transformarlo en una obra que es aparentemente carente de sentido inmediato pero poéticamente sonora en su relato. Luego comprendí que entre la indignación, la basura, el ecogolgismo, el despojo, una especie de orgullo sudaca y una larga lista de palabras escupidas, Metral tenía algo muy concreto para contar.

Más fotos del reestreno, por Santiago Wosh:


Ficha técnico artística

Libro: Lautaro Metral
Actúan: Lionel Arostegui, Yamil Chapa, Mariano Fabricante, Marta Mediavilla, Renzo Morelli
Músicos: Pablo Camaño, Gonzalo Garcia, Javier Lurgo, David Sosa
Escenografía: María Eugenia Brandulo
Diseño de vestuario: María Eugenia Brandulo
Diseño de luces: Yamil Chapa
Música: Lautaro Metral
Asistencia coreográfica: Lucila Rojo
Asistencia de dirección: Lionel Arostegui, Silvia Otero
Prensa: Ayni Comunicación, Romina Pomponio
Producción ejecutiva: Maximiliano Bartfeld
Coreografía: Seku Faillace, Juan Gentile
Dirección: Lautaro Metral

CIUDAD CULTURAL KONEX
Sarmiento 3131
Capital Federal – Buenos Aires – Argentina
Teléfonos: 4864-3200
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Sábados 20:30 hs.

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