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Nadie se baña dos veces en el mismo río, en parte porque el río corre interminablemente y, por lo tanto, ese agua en el que nos zambullimos hoy no es la misma que fue ayer ni la que será mañana, pero también porque nosotros no somos los mismos de un momento a otro. Según esos dudosos estudios de internet que tanto nos gusta citar sin cuestionar, el cuerpo humano renueva todas sus células cada siete o diez años, excepto las neuronas. Biológicamente, entonces, tal vez nos renovamos y somos una persona completamente nueva cada década que pasa. Pero, ¿quién puede determinar cada cuánto somos una persona nueva por dentro, en lo abstracto y lo metafísico? ¿Es una cuestión de meses, años y décadas, o la renovación interna está más bien ligada a hechos transformadores puntuales en la vida de un ser humano? En Lo que el río hace alguien vuelve a donde alguna vez estuvo y, quiera o no, se encuentra con la ausencia de esa persona que alguna vez fue.

Amelia es la viva imagen de una mujer avasallada por su cotidianidad. Por un lado es una escritora bloqueada que no puede escribir, por otro es una madre y esposa desbordada por lo que su hija y su marido esperan constantemente de ella. Pero también es la hija de un padre muerto que le dejó un terreno en Corrientes, y es este rol el que pone en movimiento los engranajes de la obra: Amelia tiene que dejar Capital Federal y regresar al pueblo al que no vuelve hace prácticamente una vida para poner en orden su herencia. Entonces viaja, se hospeda en el hotel que siempre conoció, le pide ayuda a quien en otros tiempos fuera su pareja y ahora es escribano, todo para tener la escritura del terreno en orden y poder venderlo. Pero nada es tan fácil, nunca. El reencuentro con las personas que dejó atrás, con la imagen que tenían de ella antes y la que tienen ahora, los vínculos que quedaron abandonados, los documentos que no fueron sellados en tiempo y forma, todo conspira para que nada salga según lo planeado. Y sin embargo, en un punto, todo sucede de la mejor manera: en el choque entre el presente citadino y cosmopolita de Amelia y su pasado más rústico y sencillo; en las trabas de los trámites notariales, en todas las incomodidades y obstáculos se esconde la oportunidad de una reconciliación, de una integración de lo que fue y lo que es.

Lo que el río hace tiene un gran mérito: transita lugares comunes de una manera conmovedora. La historia de la que vuelve a su pueblo después de muchos años, el gag del que vive en la ciudad y tiene que acomodarse en un hotel de pueblo, el reencuentro entre dos que se querían y no terminaron juntos, son todas cosas que podrían ser un cliché más, pero que la obra atraviesa con la verosimilitud y la dignidad de lo mundano. Este gran punto a favor es el resultado de una dirección acertada y un elenco que francamente no tiene ningún punto débil. Cabe destacar que Mariano Saborido se roba cada segundo que está en escena con el papel del empleado del hotel local, lleno de deseos de tener su propio barco y cobrar por llevar turistas a pescar y tan hilarante como enternecedor.

Quizás el gran triunfo de María Marull y Paula Marull en esta obra es lograr pasar de esa escena conocida y común a un plano más poético y onírico sin sacrificar la credibilidad del argumento. La puesta medida y el elenco afinado logran hacer de la obra en sí un espectáculo sensible mas no sensiblero. Lo que el río hace es una historia de volver, pero también de avanzar, y tal vez sea eso lo que más queda resonando en el público después del apagón final.

Ficha técnico artística

Dirección: María Marull, Paula Marull

Dramaturgia: María Marull, Paula Marull

Actuación: María Marull, Paula Marull, Mariano Saborido, Mónica Raiola, Débora Zanolli, William Prociuk

Música original, puesta de sonido y voz en off: Antonio Tarrago Ros

Diseño de iluminación: Adrián Grimozzi

Diseño de vestuario: Jam Monti

Diseño de escenografía: Gonzalo Córdoba Estévez

Asistencia de vestuario: Camila Castro Grinstein

Asistencia de escenografía: Tatiana Mladineo

Asistencia artística: Alejandra D’Elia

Coordinación de producción: Federico Lucini Monti, Lucía Hourest

Producción técnica: Sebastián Serantes

Coordinación técnica de eesscenario: Nery Mucci, Lucas Pulido

Acceso para Farsos

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