En esta obra, el verdadero infierno son los objetos, los otros (como dijo Sartre) y, sobre todo, las palabras. En Inferno hay homenajes a El Bosco, una escenografía hipermegabarroca y surrealista, mucho humor negro, dos catequistas que enseñan las virtudes religiosas (o algo así), historias paralelas y la historia paralela de la historia paralela, penes de goma, música en vivo, creencias contrapuestas, caos infinito, preguntas existenciales y, por supuesto, absurdo.

Rafael Spregelburd vuelve al ruedo después del exitazo de La Terquedad y Pundonor (protagonizada por Andrea Garrote), con una obra en plena calle Corrientes, en el Teatro Astros. Es la primera vez que presenta una obra de su autoría y dirección en el circuito comercial porteño, después de sus más de dos décadas en el teatro independiente, teatros públicos y escenarios europeos. Si bien es una discusión para otro momento, es interesante pensar qué pasa con la aparente oposición entre teatro independiente y comercial cuando un dramaturgo del off híperreconocido a nivel mundial y local como Spregelburd pone en escena una obra en la calle Corrientes.

Bueno pero, ¿de qué se trata Inferno? Como la mayoría de las obras de Spregelburd, es difícil de explicar. La premisa básica es que un redactor de reseñas turísticas bastante chanta (Spregelburd) está haciendo la suya en su casa hasta que se le aparecen dos supuestas catequistas (Violeta Urtizberea y Andrea Garrote). Dicen que el Vaticano abolió el infierno y que van a enseñarle las siete virtudes: la fe, la esperanza, la caridad, la templanza, la justicia, la prudencia y la fortaleza. También hay una especie de doble o clon de Spregelburd (Guido Losantos) que duerme en su cama y copia sus movimientos. A lo largo de la obra, el protagonista y el público intentan entender qué quieren las catequistas, de dónde salieron, qué es dios y qué es el infierno, entre muchas incógnitas más. Un dato interesante es que la obra fue comisionada por Austria en el 2015, en el marco de los 500 años del El Bosco. 

La escenografía magistral de Santiago Badillo es surrealista y barroca y cautiva al instante. Representa un living de los años cincuenta repleto de muebles apretados, sillas, mesas, texturas y colores diversos, sobre todo rojo. En la pared de fondo hay gigantografías con caras de personas en colores chillones, a lo Andy Warhol. Spregelburd está en calzoncillos blancos casi toda la función y tiene medias con dibujos de fuegüitos; Urtizberea y Garrote usan camisas con estampados de flores y trajes. La estética es trash y pop y barroca a la vez. Durante toda la obra, Nicolás Varchausky se encarga del diseño sonoro en vivo, con una precisión increíble.

Esta es la obra más spregeldburiana de Spregelburd: el caos es llevado hasta el extremo. Hay momentos en los que es imposible seguir la trama. Las catequistas empiezan a contar historias, se desvían, cambian de tema, o cuentan la historia de la historia, al punto en que ya no se sabe qué está pasando. El centro de esta obra son esos desvíos y digresiones, además de algunas escenas cómicas, como cuando Urtizberea hace de psicóloga en pedo. Inferno es disfrutable en todo su caos, sobre todo si se abandona la expectativa de un desarrollo lineal de la trama.

Inferno trata sobre la religión y las creencias, el infierno lingüístico, la aparente falsedad y el absurdo de nuestras vidas cotidianas, el caos, la culpa, los discursos moralizantes y el perdón. La verdadera pregunta que se plantea es si hay escapatoria, o si estamos condenados a aceptar el desorden. En esta obra, los círculos concéntricos del infierno se transforman en círculos narrativos y argumentales que nos envuelven, nos arrastran y nos hipnotizan, todo al mismo tiempo.

Ficha técnico artística

Dramaturgia y dirección:Rafael Spregelburd

Actuación: Andrea Garrote, Guido Losantos, Rafael Spregelburd, Violeta Urtizberea

Música en vivo:Nicolás Varchausk

Diseño de Escenografía e Iluminación: Santiago Badillo

Diseño de Vestuario: Lara Sol Gaudini

Fotografía: Marcos López

Diseño Gráfico: Estudio Marcos López

Producción Artística: Carolina Stegmayer para El Patrón Vázquez

Producción Ejecutiva: Andrea Stivel y Claudio Gelemur para Blueteam Group

Asistente de Dirección: Pablo Cusenza

Asistencia de Escenografía: Lara Stilstein

Asistencia de Iluminación: Agustín De Martini

Asistencia de Vestuario: Marcos Di Liscia

Comunicación Digital: Bushi Contenidos / Andra Papini – Damián Armocida

Comuni cación: Florencia Castro, Antonela Santecchia

Prensa: SMW asesores de prensa

 

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