Quiero pertenecer es un delirio teatral, musical y performático que, literalmente, te va a transportar a otro planeta. Es un café concert donde el protagonista es un títere alienígena manipulado por Marcos Krivocapich que quiere colonizar a los humanos y que putea al público. Hay dos bataclanas imponentes –Lula Fenomenoide y Donna Tefa- que se enfrentan musicalmente. Hay un pianista, Teo López Puccio, que cumple todos los caprichos del títere-alien. Hay un tango increíble sobre lo difícil que es ser un millennial en el siglo XXI, covers en inglés de canciones argentinas (“Dame Fuego” de Sandro y “Olvídame y Pega la vuelta” de los Pimpinela), muchísimo humor y críticas sociales.

Si bien esta una obra no se toma a sí misma muy en serio, está lejos de ser superficial. A través de canciones y chistes, se explora el lado más oscuro del capitalismo tardío, la globalización, la colonización cultural e intelectual y la angustia de les jóvenes. Durante toda la función, hay un deseo latente que se vuelve explícito en el título: todes, en el fondo, queremos pertenecer. Incluso los títeres-alienígenas-inmigrantes.

La puesta nos transporta a otra dimensión usando pocos recursos. Hay luces y nubes de polvo metálico y cajas plateadas. Las bataclanas están vestidas de negro con encaje y cuero y botas enormes. El títere alienígena está en una tarima: solo asuma el torso. Al principio, las bataclanas se mezclan con el público. Después se suben al escenario y el duelo musical empieza. A lo largo de doce canciones, les intérpretes hacen chistes autorreferenciales, hablan sobre sus condiciones laborales y el aroma internacional del Free shop.

Quiero pertenecer propone una fusión increíblemente divertida, llena de humor negro, entre la música, el teatro y la ciencia ficción. Es una obra especialmente recomendada para millennials y centennials con ganas de fugarse a otro planeta y ver, desde afuera, las angustias y  los dramas de estar vivos en este momento y en esta época. Una obra para reírse y sentir lástima por nosotres mismos a la vez.