Reseña
90'

Una exploración a partir de las palabras: su liviandad o su peso. Toda relación está rodeada de palabras. Está narrada. A la vez, es impronunciable en su extensión. Porque la boca busca abarcar el pensamiento pero algo se le escapa.

Esta no es una historia de amor. Es una historia de abuso. Es una historia que busca transmitir la incomodidad de trabajar en zonas de locura, vulnerabilidad, encierro. Transmite la intensidad de sus protagonistas. La intensidad de un principiante, un desesperado, un profesor en Letras al que no formaron para ser profesor de personas no convencionales. Se nota esa búsqueda de nuevos espacios simbólicos que habitar con la práctica literaria. El aprendizaje en el hacer, puede que durante o después del estudio. Pero, nunca a causa del mismo.

Volviendo a la intensidad, también está la de ella, que silencia -un poco, o hace el intento de- los anhelos y deseos que lleva adentro: un hombre que se para en frente y arenga sus escritos, ¿no es un ser un sexual disponible? La distancia de edad, de género, la jerarquía, el marco institucional, el sufrimiento, la represión son algunos de los elementos que median en el abuso. Pero ella vive a lo grande las posibilidades de un mundo entendido como le sale. Bodas de oro, bodas de sangre.

Esta es una historia de abuso. De la repetición de una historia de abusos. Del abandono institucional de las personas con discapacidades, de pacientes mentales. Es una obra de artillería pesada. Creo que busca representar ciertas experiencias intransmisibles, difíciles de contar, pero extremadamente comunes en instituciones de amparo, de salud. Tiene el peso de lo que es insoportable de ver y, en este sentido, las buenísimas actuaciones de Nahuel Monasterio y Agostina Prato aumentan esa tensión.

Mis palabras aborda un tema picante, incómodo y necesario. Trabaja con las aristas de una relación transversal entre un profesor iniciado y una alumna que busca, con sus palabras, darle contenido a la historia de tensiones entre ellos. Hay voces que incitan, voces que persiguen. Hay una cámara que testimonio el proceso. Un proceso que culmina en un infierno. Desde el principio, por la oscuridad, por la austeridad, por los sonidos, por la particularidad del caso, sabemos que aquello termina mal. La falta de contención de los personajes -ella como trastornada, él como inexperto- es desesperante.

La obra desespera, interpela e ilumina zonas oscuras que rara vez nos animamos a abordar. Para quienes tengan experiencia en el ámbito de la educación especial o en de la salud mental, es una forma de purgar las angustias que genera el sistema maltrecho y poco sensible que se suele encontrar en las instituciones. Juega con la idea de volverse loco. Plantea la cuestión del deseo de les que no tienen control sobre sus impulsos. Muestra el entramado de una historia que no puede ser jamás a través de la palabra prestada.

Ficha técnico artística

Autoría y dirección: Marcelo Allasino 
Actuación:
 Agostina Prato y Nahuel Monasterio
Música y puesta sonora en vivo: Nico Diab (MUX)
Escenografía: Ignacio Riveros
Diseño de Iluminación: Leandra Rodríguez (ADEA)
Ayudante de Iluminación: Agustín Valle
Diseño de vestuario: Uriel Cistaro
Realización de vestuario: Patricia Mizraji
Dibujos: Clara Esborraz
Dispositivo visual: Mauricio Casaretto y Fabián Kesler
Videos cámaras de seguridad: Ramiro Rodríguez y Julio Constantin
Cámaras en vivo: Sol Muñoz y Camila Morales
Diseño gráfico: Leonor Barreiro
Prensa: Valeria Franchi
Coproducción: El Cultural San Martín
Asistencia de producción: Agustina Gil
Producción: Raúl S. Algán
Asistencia de dirección: Juliana Ortiz
Colaboraciones artísticas en videos: Leandro Moro, Marcela Bailetti, Marcelo Gieco, César Maldonado, Lucila Maidana, Luz Denise Gonfiantini, Nicolás Espíndola, Yamila Saccavino y Leandro Molina.

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