Hay dos sillones beige y dos reposapies con patrón de cebra, cuadros de hombres jugando al polo, un carrito con bebidas y una alfombra blanca peluda. Se escucha cumbia y reggaeton a todo volumen. Entran las cuñadas: Gynette y Gyselle, con rodetes, máscaras faciales verdes y batas de spa rosa bebé. Bailan, se ríen, están contentas. La música se apaga y empiezan a hablar mientras la manicura, Miriam, les hace las uñas. Las cuñadas hablan del country club, de la financiera de la familia, de la muerte de la tía de Roberto (el esposo de Gyselle y hermano de Gynette), de Chanel y Louis Vuitton; hablan en un spanglish exagerado, como una parodia de mujeres de clase alta de Nordelta. Se menciona un secreto, algo que tiene que ver con Roberto y que podría hundir a toda la familia. A partir de ahí, todo cambia: el clima se pone hostil y a Gynette se le ocurre un plan para que el secreto no salga nunca a la luz.

Las cuñadas es una obra que la rompería en la calle Corrientes; es liviana y divertida, con algunos momentos dramáticos. Fue escrita y dirigida por Florencia Naftulewicz, que también interpreta a Gynette. Pilar Boyle codirige la obra y las otras actrices son Mercedes Molteno, Gyselle, y Julia Galeano como Miriam, la manicura. La historia gira en torno a los secretos familiares, el caretaje y la hipocresía de la clase alta.

A lo largo de la puesta, se dejan al desnudo las grietas de ese mundo color pastel que, de lejos, parece perfecto. Las cuñadas es una obra ideal para reírse y olvidarse del mundo por un rato, en nuestro querido Nün Teatro Bar.