Hace ya 20 años que Rubén Szuchmacher estrenó en Buenos Aires su puesta del texto de Steven Berkoff. Irreverente y ácida, Decadencia revolucionó la escena porteña de mediados de los 90 como ya había revolucionado la Inglaterra de Thatcher con su estreno a comienzos de los 80.

Decadencia IMPERDIBLE

La obra recorre los encuentros de dos parejas de amantes de la high society: Helen y Steve, Sybel y Les. El detalle maestro es que a ambas las pone en escena la misma dupla: los inmensos Ingrid Pelicori y Horacio Peña. Con una maestría en caracterización, cada uno de ellos desarrolla dos idiosincrasias distintas, y renuevan para cada personaje los usos del cuerpo, de la voz, del vestuario.

Descandencia deslumbra por su sátira, cinismo y acidez rabelesiana, escatológica, sobreabundante en expresiones que la burguesía sólo tolera cuando son pronunciadas por su propia clase. Y, luego, vuelve a sorprender por la maestría con que se tradujo (mención aparte a la labor de Spregerburd al respecto). No es joda agarrar un maravilloso texto inglés, escrito en verso, y volverlo español sin perder ni una rima ni un ápice de ironía en el cambio de cadencia.

A lo largo de las diferentes escenas, se alterna entre ambas parejas para desmembrar el mundo de oquedad en que se mueven. Nada importa en tanto se haga con glamour, todo está permitido si es “sencillamente divino y fabuloso”. Acostumbrados a usar a todo el mundo, se usan entre ellos para satisfacer sus necesidades: de fumar, de tener sexo, de hablar, de ser vistos en brazos de alguien. Entre cuadro y cuadro, suena música de ascensor de telo. De esa que intenta ocultar que el edificio es burdo (o burdel), de esa que busca enaltecer lo que considera vil embadurnándolo de cultura. Una analogía perfecta de esta decadencia.

La puesta (que según se comenta fue y es idéntica a la inglesa) es tan sencilla como magnífica. No hay escenografía y aun así hay tres hogares, un carruaje y hasta un club nocturno. No hay cambios de vestuario, y aun así nadie creería que los dos personajes de cada actor están vestidos igual. Sólo hay palabras increíbles y la labor de dos bestias que hacen carne la magia del teatro.

En síntesis: un texto cínico y brillante, dos artistas enormes, una puesta impecable y un director que, más que un director, es un maestro. ¿Te la marcho con fritas?

Ficha técnico artística

Dirección: Rubén Szuchmacher

Autoría: Steven Berkoff

Versión: Ingrid Pelicori, Rafael Spregelburd

Traducción: Rafael Spregelburd

Actuación: Ingrid Pelicori, Horacio Peña

Asistente de dirección: Pehuén Gutierrez

Jefe técnico: Gabriel Haenni, Lucas Orchessi

Ambientación: Jorge Ferrari

Vestuario: Jorge Ferrari

Realización de vestuario: Patricia Terán

Peinados: Granado

Diseño de luces: Gonzalo Córdova

Operación de luces: Gabriel Haenni, Lucas Orchessi

Fotografía: Juan Travnik

Diseño Gráfico: Agustín Ceretti

Asistencia de producción: Daniela Muñiz

Producción Ejecutiva: Gabriel Cabrera

Este espectáculo formó parte de los siguientes eventos y festivales: Festival de Porto Alegre em cena, Brasil (1996), y Festival del Mercosur, Córdoba (2001)

TEATRO PAYRÓ

San Martín 766

Teléfono 4312-5922

teatropayro.com.ar

Lunes 21:00 hs

$ 180,00 / $ 250,00

Duración 85 minutos

Acceso para Farsos

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