Celso y Celia son adolescentes muy distintxs. Son amigues de toda la vida que juegan a buscar palabras en el diccionario, que se pasan las tardes chiclosas y eternas de verano tomando sol y hablando de absolutamente todo y de absolutamente nada. Celso y Celia juegan a ser otres, personajes de películas o sus propias madres. Celso y Celia se juntan a mirar el atardecer. Hablan del futuro, de sus formas preferidas de masturbarse, del enamoramiento de Celso de un chico, del significado de las palabras. Celia contrata a Celso para que sea su “geisha” a cambio de un sueldo. Celso accede. Y así, el tiempo pasa, el verano se extiende como si fuera infinito, creando un mundo más interesante, acogedor y mágico adentro del mundo real. 

Breve Enciclopedia Sobre la Amistad es una obra poderosa, poética y mágica. De esas que te hacen salir del teatro contenta. De esas que hacen del teatro un refugio, una casa, un lugar donde escaparse de la tormenta. Está formada por escenas fragmentarias que, como chispazos, cuentan de la relación entre Celso y Celia. La puesta está estructurada como el recuerdo de una amistad. Hay una sensación de irrealidad latente, un clima onírico, un ir y venir en el tiempo que rompe con una representación realista, como si la obra fuera, más bien, el esqueleto de una obra. La amistad es representada mediante momentos aparentemente insignificantes. Y es que la amistad funciona un poco así: no sabemos bien de qué hablamos durante tanto tiempo, qué hicimos durante las horas muertas y cómo llegamos a confesarnos esas cosas que no le contamos a nadie. Pero quedan instantes, destellos, como luciérnagas.

El elenco y el director son sub-30: Tomás Masariche dirige a Felipe Saade (Celia) y Max Suen (Celso). También hay dos músicas y performers en escena, Maga Clavijo y Casandra Velázquez, que se mueven entre lxs actorxs, cambiando la escenografía. El escenario de Inclán está bañado por una luz violeta, casi metálica. Hay música en vivo, un violín y un piano, una escena de baile porque sí. En un momento, se cuelgan hilos por toda la sala. El director confiesa que no cumplen ninguna función; los pusieron porque quedaban lindos. 

En varios momentos, Masariche congela las escenas y se pone a explicar qué está pasando, porque dice que, cuando era chico, su papá nunca entendía las obras que veían juntos. Sus intervenciones tienen un efecto cómico e irónico. Hay una honestidad brutal, tanto en el discurso como en la puesta: las músicas y asistentes de producción están siempre en el escenario, el director confiesa que compraron unos trajes para una escena que no funcionó pero como habían salido caros los iban a usar igual y, hacia el final,  se le pide al público que se tape los ojos con las manos para hacer un cambio de escenografía.

La belleza de Breve Enciclopedia Sobre la Amistad radica en su fragmentariedad, en esa sucesión de momentos inconexos que, más que contar una historia, muestran un vínculo. La obra nos recuerda que tener un mejor amigue es crear un mundo chiquito dentro del mundo. Que al hablar con alguien podemos habitar otra realidad posible y jugar a ser otres. Escaparnos, un ratito, del caos de afuera. Construir un locus amoenus, un lugar amable. Breve Enciclopedia Sobre la Amistad muestra la belleza y la dulzura de lo pequeño, rescatándolo del olvido. Muestra que, en la amistad, lo pequeño, a fin de cuentas, no es tan pequeño.