En La Boca, un antiguo e increíble edificio se erige sobre sus cimientos y contempla el río. Una fachada de ventanitas altas y líneas rectas dan la entrada a este espacio que se pensó para ser usado, habitado. En el último piso: una sorpresa. Un poco terraza, bastante cúpula, y ventanales mirando al paisaje del riachuelo. En el medio del distanciamiento social y preventivo, donde las personas nos aislamos para protegernos y muchos espacios se mantuvieron -y aún se mantienen- cerrados, se pensó y realizó un ciclo que busca habitar y recorrer un sitio con la luz y el movimiento, registrarlo con una mirada, y proyectarlo a través de internet, acercándolo al público.
Con esta intención, Fundación Andreani, bajo la coordinación de Mercedes Urquiza, lanzó Luz y Cuerpo. Varios encuentros virtuales, intercambio de ideas, planificación y un encuentro real y concreto entre dos artistas de distintas disciplinas. El espacio es el mismo, la cúpula del atardecer de Clorindo Testa, pero toma distintas dimensiones según quien lo habita. El encuentro entre estos dos artistas, además, es registrado por la realizadora Karin Idelson. Es decir que en la mezcla de estas perspectivas se arma un relato diferente cada vez. Hay ideas, hay diseño y planificación, hay una ejecución del movimiento, todo en conjunto y pensando desde puntos de vista distintos: la danza, la expresión, la técnica, lo audiovisual. El resultado es pura intriga, porque depende de la conjunción de los estilos, de cómo piensan y usan el espacio.
Son seis encuentros que quedan registrados en videos cortos. Se estrena los lunes, cada dos semanas, y siempre es una propuesta diferente. En el canal de YouTube de Fundación Andreani (que linkeamos directo en la galería acá abajo) están disponibles cuatro: Jiva Velázquez + Sebastián Viola, Lucas Lagomarsino + Matías Ercole, Bárbara Hang + David Seldes, Josefina Gorostiza + Fernando Berreta. El próximo lunes 19 de octubre se estrena Margarita Molfino + Karina Peisajovich y el 2 de noviembre Rakhal Herrero + Matías Sendón.
Recomendamos disfrutar de este ciclo en pantalla grande, si se puede, servirse una copita e intentar recorrer esos paisajes que extrañamos de nuestra ciudad -a los que aún nos cuesta llegar- y también aprovechar para conocer y habitar espacios que siempre están, pero que se modifican en cada propuesta artística que idean y realizan estas duplas.