Buenas nuevas para el barrio de Once, y para la cinefilia de cualquier código postal.
Después de un acuerdo entre la Fundación Cinemateca Argentina y la Sociedad Hebraica, vuelve la actividad cinematográfica a la mítica sala de teatro SHA.
La sala, remodelada en el 2011 y hogar de numerosas obras de teatro y espectáculos, fue bastión del cine arte desde 1974 hasta 1994; en 1988 Almodóvar presentó –por primera y única vez en nuestro país- la retrospectiva de su cinematografía que teminó de ubicarlo en el mapa para el público argentino, y en 1989 incluso su piso se alfombró de espectadores cuando Claude Lanzmann presentó su emblemática Shoah.
Casablanca es la película elegida para la reapertura de la sala.
Al igual que en su primera proyección, la sala de Sarmiento 2255 dará su puntapié inicial en las próximas semanas con Casablanca, y tendrá funciones todos los días. Convivirá con la sala de teatro -a no temer por ella, teatreros- y se abocará a títulos del llamado cine arte europeo y argentino.