¿Cuántas pestañas tenés abiertas? Transitamos una semana más sin teatro y la actriz Carla Quevedo hizo una encuesta en historias de Instagram donde había que adivinar cuántas páginas tenía abiertas en su monitor al mismo tiempo: eran muchas. Yo también tengo mil ventanas abiertas y es el mejor reflejo de todo lo que tengo pendiente por colgar mirando redes sociales. No sé si fue el eclipse, el bajón por el encierro o el miedo a que se muera alguien que quiero, pero estuve muy dispersa y pasé horas mirando sin sentido: algunas publicaciones me enojaron, otras me hicieron reír y otras me generaron mucha tristeza. Es que el escroleo logra eso: que pases de un sentimiento a otro en cuestión de segundos.
Quizás fue por la nota que publicamos sobre el rock y Shakespeare que nuestro dramaturgo estrella fue viral. Resulta que se murió un señor inglés llamado William Shakespeare, el primer hombre británico en recibir la vacuna contra el coronavirus. Pero si ya mismo googleás “murió William Shakespeare” no te va a aparecer esta noticia ni la muerte de nuestro amado Willy en 1616. Lo que vas a encontrar va a ser “el insólito error de la presentadora argentina que informó de la muerte reciente del genio de la literatura William Shakespeare” (este título es de la BBC). ¿Lo viste?
Me pasaron muchas cosas con el video de Noelia Novillo anunciando en Canal 26 esa “información que realmente nos deja con la boca abierta”. Primero estallé de risa. Es una pifiada tan grande que me causó gracia y me divertí durante todo el día leyendo los comentarios irónicos debajo de los posteos. Iair Said comentó “Una pena enorme. Gran artista/autor” y Malena Pichot escribió “el más referente”, Juan Parodi consultó “si Cervantes ha muerto también” y a esa pregunta Cecilia Roth le contestó que “tuvo COVID, pero muy suave. Lo salvó una enfermera de nombre Dulcinea, creo”. Me copó leer un montón de comentarios ingeniosos que devinieron en un debate ficticio: hacía tiempo que no leía actores jugando a través de las redes. Fue espectacular cuando publicó la Fundación Shakespeare Argentina agradeciendo a la periodista, ya que su desliz colocó a William como tendencia en twitter “en un inesperado giro del destino -de esos que le gustaban al dramaturgo”.
Esa noticia viajó por el mundo y hasta generó debate en el grupo de whatsapp de Farsa. Sin dudas (y más aún en este contexto) el humor siempre es bienvenido. El error de la locutora fue bastante grosero, teniendo en cuenta que Shakespeare no es un artista de nicho, sino el dramaturgo más famoso de la historia. Dicho eso tengo que admitir que los comentarios agresivos hacia ella me parecieron malísimos, quizás por conocer (desde adentro) los medios masivos de comunicación en Argentina que, en general, le dan cada vez menos importancia a la información y a las condiciones laborales de los profesionales que trabajan, lo que lleva tarde o temprano a este tipo de perlitas. Me hubiese gustado que Noelia salga al otro día riéndose de su error en lugar de poner excusas, aunque con esto abriría una pestaña más y no quiero dejar de mencionar otros hallazgos tuiteros de la semana.
Además del mencionado TT tengo guardado en mi carrete momentos de redes que celebro como el tuit de Moria Casán pidiendo a la Conmebol que se fusione con AADET o SAGAI para lograr que televisen todas las obras teatrales sin público y que sea rentable para todos, el de Gonzalo Heredia “más al pedo que inversión en la ventilación del teatro” o el más viejo pero genial de Lisa Kerner, la dueña de Casa Brandon, que dice “Regalo centro cultural FULL ventilación/proyector/SONIDO ATR/a metros de subte 10 líneas de colectivo” a lo que ella misma responde “no lo quería nadie”.
Estamos viviendo una situación horrible. Hoy la profesora del seminario que curso dijo que si bien la planificación indicaba otra cosa tenemos la obligación de ejercer una observación respecto de lo que está pasando. ¿Qué lugar ocupan las artes en esta situación de peligro real y global? Desde el punto de vista material muchos fenómenos se encuentran inhabilitados, sobre todo las que exigen una situación de encuentro social y colectivo. ¿Están en condiciones las artes de dar algún tipo de respuesta? El arte tiene la capacidad de producir efectos en nuestra vida y las que amamos el teatro lo sabemos. Y les artistas no nos dejan solas, hacen todo lo posible por acercarse. Entre muchas propuestas nacidas el año pasado y también en 2021, los días 4, 5 y 6 de junio se va a realizar la Maratón Resiliente, un encuentro virtual de artes escénicas, más de ocho horas de programación con música, teatro, danza y más a la gorra.
Ese es uno de los planes mientras tengamos que quedarnos en casa. Ayer mientras cruzaba el parque se me apareció un nene con máscara que me dijo “soy el hombre araña, el hombre araña de verdad” y se fue saltando por la ciudad. ¿Cuántas ventanas abrimos en este texto? Me vendieron el multitasking como un talento y hoy confirmo que fue una trampa. Ya ni sé cuántas pestañas tengo abiertas, lo que sé es que esta nota no tiene remate y eso es una -sólo una- de las consecuencias de pasar una semana más sin teatro.