Marcelo Allasino, director ejecutivo del Instituto Nacional del Teatro (INT), Federico Irazábal, representante del Ministerio de Cultura de la Nación ante el INT, y Teresa Jackiw, representante de la región Centro, se sentaron a escuchar a la comunidad teatral de la ciudad este sábado que pasó. El encuentro duró cuatro horas, y fue uno más de la serie que se realizó en otras provincias.
Diálogo, transformación, cogestión, transparencia, eficacia, reflexión, construcción colectiva, pluralidad, respeto, consenso, disenso… la lista podría seguir, si tuviéramos que trazar un mapa con las palabras clave que se repitieron durante la reunión. “Queremos poner en discusión todo”, afirmó Marcelo Allasino: desde los mecanismos de ingreso al INT hasta la forma en que se elige al jurado de selección de proyectos, y agregó: “es central que la comunidad tenga acceso a lo que sucede en el Instituto” (incluida una propuesta para que las sesiones del consejo queden registradas en video y que el edificio donde funciona el INT esté abierto para todos).
Resolver la crisis de competencias en la que estaba sumido el Instituto, que el año pasado impidió que muchos cobraran subsidios y que la pila de carpetas archivadas creciera, fue el primer objetivo del nuevo equipo. Para eso pidieron tiempo, para poder restablecer los vínculos de confianza. La obsesión por que el organismo sea administrativamente nítido guía los ejes de acción del INT para el plan estratégico propuesto hasta que termine la gestión. “Tenemos que lograr un organismo transparente y, a la vez, eficiente”, aseguró Federico Irazábal, quien también hizo hincapié en la necesidad que había de cambiar los reglamentos, para “evitar que el propio consejo elija al propio consejo”.
Luego de la presentación del plan, el micrófono se abrió para los realizadores teatrales, y estas fueron algunas de las problemáticas que apuntamos: el lugar de la danza contemporánea en el INT, cuál será la contención para las pequeñas salas respecto a las clausuras arbitrarias; la necesidad imperiosa de apoyo a las salas por los aumentos de luz; la revisión de los mecanismos burocráticos al momento de pedir subsidios, y la posición del INT frente al teatro callejero, entre otras cuestiones igual de pertinentes.
Uno de los temas calientes que iba a salir en algún momento fue el cierre del Teatro San Martín; Ricardo Bartís pidió que, en tanto funcionarios políticos, traten este asunto. También reafirmó la necesidad de revisar la categorización de los subsidios, y, en esa línea, tiró un hachazo: “Estamos hartos de gente meninflua evaluando nuestros trabajos”. Bartís exigió protección de parte del INT: “Todo bien con ESCENA y ARTEI pero tampoco son la CGT de Moyano”. El último aporte del director teatral fue que es menester que el INT se reúna con el Ministerio de Energía para que se exima de subas de los precios de luz a las salas. Bartís se despidió y les deseó suerte a los directivos, sin ironías.
Era necesario sumar gente, nuevas voces y generar los mecanismos para que ingresen al Instituto, y en eso está el nuevo equipo. Es la primera vez que un director ejecutivo convoca abiertamente a la comunidad teatral, y hay confianza en el ambiente: esperamos que la gran apuesta se materialice y que el INT logre promover el teatro federalmente. Todo nuestro apoyo desde Farsa Mag para que se siga dialogando y se pueda construir un proyecto transformador entre todos los sectores del hacer teatral.