En Timbre 4 lo lograron una vez más: trajeron a los catalanes, llenaron la pelopincho de birras y se la jugaron con el 4º Festival Temporada Alta en Buenos Aires. #AltaFiesta, que desde Farsa pudimos vivir en primer plano.
Desde hace tres ediciones vamos felices a disfrutar de las propuestas catalanas que nos vuelan la peluca, y que este año aterrizaron en el barrio de Boedo acompañadas de muchas propuestas latinoamericanas. Estas perlitas nos sacudieron desde temas tan presentes y actuales como el narcotráfico y los desaparecidos en México, o desde búsquedas particulares como los unipersonales que brillaron en esta edición.
Para no perder la costumbre, Temporada Alta demostró que es un festival de primer nivel, que desde sus propuestas y su buena onda incentiva a pelearse con el calor del verano e instalarse en Timbre 4 para disfrutar de la fiesta del teatro. En Farsa dijimos presente en las propuestas de todas partes, algunas quizás nos gustaron más que otras (y entre todas encontramos verdaderas joyitas) pero en todas encontramos este espíritu de búsqueda y encuentro teatral que vale la pena destacar.
Estuvimos fascinados por la posibilidad de vivir esta fiesta desde adentro, casi de polizones entre la boletería y las bambalinas, gracias a la buena onda de los organizadores y productores de Timbre 4 y de invitados internacionales de la talla de Narcis Puig, corresponsable de programación de este festival en Girona, la gente de la embajada de México que le puso toda la onda a la conexión argentina y, por supuesto, los directores y elencos de las obras que brillaron en este encuentro.
Porsupu que Temporada Alta trajo como en ediciones anteriores el espectacular Torneo de Dramaturgia y tres seminarios para creadores, actores y personajes del mundo teatral, a cargo de locales y extranjeros.
En la redacción de FarsaMAG levantamos un porroncito de cerveza (para hacer los honores del caso) y le deseamos larga vida al Festival Temporada Alta en Buenos Aires. ¡Salú!