Durante la infancia Avignon no era más que una parte de una canción de preescolar (que seguramente ya estás tarareando mientras leés) pero pasados los años, Avignon cobró otro significado y aquí es imposible no aludir a: “los límites de mi lenguaje son los limites de mi mundo” y en cómo se resignifica hoy en teatro, en convivio, en fiesta, oportunidad y encuentro.
Para los que están perdidos, Farsa informa: el Festival de Avignon es uno de los mayores festivales de Artes escénicas en el mundo. Se desarrolla durante julio, en pleno veranito francés y tiene una programación de la ostia. Acá el link para hacer un super despliegue de pestañas festival-avignon.com/fr. El festival es uno de los más antiguos de Francia, fundado en 1947 por Jean Vilar que, transformando el patio principal del Palacio de los Papas en un teatro, logró (re)generar, a partir de este convivo, una comunidad después de la destrucción física y cultural de la post-guerra.
La Cour d’Honneur (dicen que es un lugar mítico e impresionante) tiene una capacidad para 2.000 espectadores y es el lugar emblemático del festival, pero Avignon transcendió las paredes del palacio y la ciudad toda se convirtió en un mega escenario. Algo que lo caracterizó y quizás sea el sello del mismo es que, rompiendo con los festivales franceses que tenían su referente en Paris, Avignon buscó descentralizar al teatro y darle lugar para el teatro contemporáneo. Nuevos autores, nuevas compañías, nuevos teatros tienen su lugar en Avignon. El público merece salir de la enumeración porque es de lo más diverso: estudiantes, gente del mundo que se desplaza para asistir especialmente al festival, turistas de vacaciones y salidas escolares.
Algo muy importante es que están las obras del festival del circuito in (las programadas por el festival) y ¡sí, señores! también están las del circuito off, (que, obviamente, no las organiza el festival) y lo forman aquellos espectáculos que alquilan su propia sala. Son más de 1300 espectáculos por semana y más de 8000 artistas. Históricamente surgió como respuesta al in y hoy tiñe la ciudad de teatro alternativo. Son grupos que volantean, llenan todo de afiches y así como copan las salas, también copan las calles.
Este año, en su 69º edición, Buenos Aires fue ciudad homenajeada y así como en los ’90 fueron Veronese, Bartís y Briski, este año estuvieron Tolcachir, Pensotti y Boris representando al nuevo teatro de la escena porteña.
Claudio Tolcachir junto a Lautaro Perotti y Melisa Hermida presentaron el estreno de Timbre 4: Dínamo (con Daniela Pal, Marta Lubos y Paula Ransenberg) en el Gimnasio del Liceo Mistral para 2.000 espectadores. Se comenta que este equipo la rompió, los europeos mueren de amor por nuestro teatro, ¡nosotros también! Attenti, que Dínamo ya volvió a su hogar en Timbre 4 donde harán 8 funciones más.
Por otro lado, Mariano Pensotti presentó Cuando vuelva a casa voy a ser otro (con Julieta Vallina, Agustín Rittano, Santiago Gobernori, Andrea Nissenbaum y Marcelo Minnino) en La Fábrica (sala para unos 4.200 espectadores aproximadamente). ¿Te morís de ganas de saber de qué se trata? Acá un tráiler para ir adelantando lo que será el estreno en septiembre en Argentina.
Sergio Boris estuvo en el Gimnasio del Liceo Saint-Joseph (para más de 1.000 espectadores) con El syndrome. La característica de esta producción es que los catorce estudiantes de actuación de la Escuela Superior del Teatro Bordeaux Aquitaine (ESTBA) que habían pasado febrero en la ciudad porteña conociendo nuestro teatro, fueron los que pusieron el cuerpo para la obra.
Esto no termina acá, además hubo un ciclo de lecturas de obras de Rafael Spregelburd que fueron emitidas en vivo por Radio France. Acá link para otro despliegue de pestañas de lecturas teatrales en francés, hacernos los franchutes y conocer de qué se trata fictions.franceculture.fr.
Un plus más, la Bienal Arte Joven Buenos Aires también se sumó este año. No se si recordarán, pero a principios de mayo de este año se otorgaron becas a jóvenes directores de artes escénicas para asistir a Le Séminaire en Avignon. Los seminarios se comenzaron a hacer en el 2013 por iniciativa de Pro Helvetia (el Consejo Suizo de las Artes) con el objetivo de oportunidad de intercambio tanto a nivel teórico como práctico.
La Bienal presentó los candidatos, pero fue el equipo de Pro Helvetia los que terminaron de evaluar y seleccionar a los dos artistas que viajaron representando Argentina. Ellos fueron: Ariel Gurevich, redactor estrella de Farsa Mag, que escribió y dirigió Seré tu madre tranquila (2014) en el Centro Cultural Rector Ricardo Rojas, seleccionada en el concurso Óperas Primas VIII edición y también seleccionada para integrar la programación del X Festival Internacional de Buenos Aries (FIBA), también escribió junto a Santiago Loza la serie televisiva “Doce Casas. Historia de mujeres devotas”. La otra afortunada artista en viajar fue Amparo Gonzalez Solá, coreógrafa, directora y bailarina egresada del Taller de Danza del Teatro San Martín con Medalla de Oro (2008). Es una de las integrantes del Grupo KM29, y participó como bailarina y creativa en Duramadre (Centro Cultural San Martín, Festival GETLOST- Holanda y Bélgica 2015).
Así que para aquellos que dicen que el teatro ha muerto, les digo Oh, la la Avignon! ¡Viva el teatro! Chapeau.