Una casa llena de agua es la primera obra de Tamara Tenembaun protagonizada por Violeta Urtizberea bajo la dirección de Andrea Garrote. Es una historia contada con amor y humor sobre una chica que está en ese momento en el que todo es promesa, deseo y futuro. Ese momento de la vida en el que ya podemos tomar nuestras propias decisiones, que si además tenemos el privilegio de estudiar, trabajar, elegir, surfeamos un poco en la duda: ¿y ahora qué hacemos?
Milena ama los pulpos y la vida bajo el mar. Si estuviese en el lugar de la Sirenita no elegiría ni peinarse con tenedor ni tener un par de piernas. Se nota que le apasiona, que tiene data: no sólo porque estudia biología, sino porque tenemos fresco el documental ganador del Oscar Mi maestro el pulpo y la información coincide. Ella está empezando un camino y para vivir, trabaja de niñera cuidando a Angie, la única hija de una pareja de clase alta.
Es un unipersonal donde la bebita es la interlocutora de la joven que, como si fuera una amiga, le cuenta todo: “este es tu primer secreto”. Se confiesa, le relata anécdotas y angustias mientras juega con un títere o se come su compota de manzana en la habitación rosa y blanca -tan noventosa que duele-.
Pero no estamos acá para contarte todo lo que pasa en la obra, sino para recomendarte que vayas a verla. En su debut como dramaturga, Tenembaum, filósofa y periodista que primero conocimos por sus notas en los diarios y luego por sus libros Nadie vive tan cerca de nadie, Todas nuestras maldiciones se cumplierony El fin del amor (cuya serie protagonizada por Lali Espósito se está rodando rait nau), nos sitúa veintipico de años atrás para poner a una mujer, contemporánea y de acá, en el centro.
La dirección de Garrote se destaca por el ritmo, los movimientos, y ciertas decisiones muy de su estilo. Sobre el escenario de la sala Muiño podríamos ver una joven narrando su vida, pero en cambio, vemos a un niñera en su trabajo, interactuando con la beba, la madre, el padre, las amigas y el novio; en fin, viviendo. No es novedad para nosotras el uso de estos recursos porque amamos a Andrea (y si querés ver más de su trabajo podés hacerlo en la imperdible Pundonor donde cumple el triple rol de autora, actriz y directora).
A Violeta la conocemos desde la misma década en que está ambientada la obra: la seguimos desde Magazine For Fai (el “te sigo desde Cemento” de les millenials que mirábamos tele) y sabemos de su efectividad frente a la cámara en telenovelas y comedias. Lo que vimos en su interpretación de Milena confirma todo eso y brota como la primavera en matices y precisión durante la hora que dura el monólogo, tan extenso como rico e intenso. Violeta se destaca -pocas veces la vimos así en las tablas-, afianzando la mano de la directora que la lleva por un gran camino actoral. Lo que empieza liviano se va oscureciendo, complejizando con el paso de los minutos en que acompañamos a esta joven adulta en su viaje de iniciación y queremos que le vaya bien porque sinceramente, ya la queremos.
El equipo de Una casa llena de agua está conformado en su mayoría por mujeres, lo que no es tan fácil de encontrar, incluso en pleno siglo XXI. Con producción general de la compañía Teatro Futuro -que acaba de estrenar Las Cautivas de Mariano Tenconi Blanco– la producción ejecutiva de Carolina Castro nos da garantía de calidad, por los proyectos que elige y la exhaustividad en su arduo trabajo, que por lo silencioso ni imaginamos todo lo que debió atravesar pandemia mediante.
El Cultural San Martín es un espacio con mucho potencial por su estructura, pero que pocas veces vemos brillar (en algunos festivales como el Mutek). En ocasiones nos encontramos con un lugar frío pero el sábado vivimos un estreno cálido: una noche linda en Buenos Aires, con espectadores felices de estar ahí y una obra que nos permitió disfrutar de nuestro ritual favorito: la función de teatro.
Ficha técnico artística
Dirección: Andrea Garrote
Autoría: Tamara Tenenbaum
Actuación: Violeta Urtizberea
Diseño de escenografía e iluminación: Santiago Badillo
Diseño de vestuario: Lara Sol Gaudini
Diseño sonoro y música general: Federico Marquestó
Producción general: Compañía Teatro Futuro
Asistente de escenografía: Lara Stilstein
Asistente de vestuario: Victoria Bianchi Plaza
Asistente de producción: Malena Martin
Asistencia de dirección: Pablo Cusenza
Fotografía: Nora Lezano
Producción ejecutiva: Carolina Castro
Prensa: Carolina Ortu