Teresa está liebre es una invitación a formar parte de una atmósfera en la que los pensamientos de la protagonista se apoderan de todo y en la que la incomodidad nos pellizca la espalda, de a ratos. Teresa habla en la intimidad de la sala del té, de su habitación, de su cabeza y nos hace recorrer los caminos turbulentos de la esquizofrenia.
Teresa es una liebre y también es un dragón, y los espectadores somos partícipes de las luchas que suceden entre esos dos seres en el interior de la psiquis de la protagonista. Teresa nos muestra sus miedos, sus héroes, sus tristezas, sus catarsis. A través de un viaje hacia los recuerdos, en el que los sonidos y las luces contribuyen a las confusiones entre lo real y lo irreal, entre qué es lo de antes y qué es ahora, logramos experimentar la vida de la protagonista casi en carne propia.
La realidad de Teresa, conformada por recuerdos, pensamientos, momentos, santos, bestias y animales, parece ser tan real como la realidad misma. La cuarta pared se difumina y ahí estamos los espectadores, junto a Teresa, cerca de ella, en la intimidad de una habitación en la que el té nos invita a vivir en su mundo. Una escenografía precisa y hermosa nos hace sentir allí, iluminados por luces que aveces se cuelan por la persiana, se encienden adentro o, incluso, desaparecen. Exquisito diseño de iluminación.
Poco puede exteriorizarse de la realidad que atormenta a Teresa, no hay mejor opción que ir a vivirla.
Ficha técnico artística
Dirección: Pilar Boyle, Sharon Luscher
Autoría: Florencia Naftulewicz, Jimena Gonzalez
Actuación: Florencia Naftulewicz, Fernanda Rodríguez
Asistencia de dirección: Luca Capobianco
Diseño de Escenografía: Teresa está Liebre
Realización de escenografía: Jackie Ferreira, Jair Bellante, Mariano Asseff
Diseño de iluminación: Leandro Crocco
Sonido en vivo: Mariano Asseff
Fotografía: Agostina Gladiali
Diseño Gráfico: Mariano Asseff
Prensa: Carolina Alfonso