Una habitación marrón y gris, lúgubre, pobre. Una adolescente irritable y su relación con su madre, interpretadas por Natalia Laphitz y Cristina Dramisino. Madre alcohólica, fría, abandónica, que la tuvo y la crió casi sin querer, sin sentir ninguna responsabilidad con su hija. Viven solas en una pensión horrible y no se soportan. Un día la madre la deja porque se casa con un tipo de plata y se muda con él. La chica queda ahí, con sus miedos, su desamparo, embarazada de un marinero negro que también la dejó. Al tiempo se muda con ella un amigo gay, quien parece ser la única persona que la ama y la cuida. Pero la madre un día vuelve, decidida a hacerles la vida imposible un rato más.

La obra denuncia con humor los prejuicios de la sociedad inglesa de esa época, sobre todo encarnados en la figura de la madre, y Cristina Dramisino sabe sacarle el jugo a su personaje. La discriminación racial, la promiscuidad, la soledad y la crudeza de la realidad de unos cuantos son los temas más importantes que se tratan en esta obra.

Es la ópera prima de la escritora inglesa Shelagh Delaney, fallecida el año pasado a causa de un cáncer. La escribió cuando tenía 17 años, primero como novela, después como obra de teatro. Se estrenó con éxito en 1958 en Londres y en Nueva York.

Ficha técnico artística:

Dirección: Lizardo Laphitz

Autoría: Shelagh Delaney

Traducción: Maria Ahuad

Actuación: Miguel Assis, Gabriel De Coster, Cristina Dramisino, Alejandro Fain, Natalia Laphitz

Asistencia de dirección: Nicolás Mizrahi, Michelle Wejcman

Escenografía: Silvia Rodriguez

Vestuario: Silvia Rodriguez

Música original: Mirko Mescia

Diseño de luces: Lizardo Laphitz, Nicolás Mizrahi

Operación de luces: Nicolás Mizrahi

Operación de sonido: Michelle Wejcman

Fotografía: Cecilia Pertusi

Diseño gráfico: Silvana Angela Sabetta

Prensa: Norma Darienzo

Producción ejecutiva: Maria Ahuad

TEATRO EL DUENDE

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