En estos días especialmente conmovedores desde el feminismo, algo de lo que parecía adormecido por el aislamiento volvió a sacudirse. Para las que sentimos un horizonte de lucha desdibujado, una vez conseguido el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, que creíamos lejano – si no imposible -, la realidad nos despertó de un cachetazo al confirmar lo mucho y cuesta arriba del camino que falta recorrer.
Lo interesante, además de importante, son los nuevos planteos. Así como pudimos problematizar la categoría “manada” para referirnos a un tipo específico, grupal, de violencia y pacto machista, estamos proponiendo nuevas discusiones que nos permitan de vuelta marcar agenda política, como en el 2015. Y creo que una de las cosas que empiezan a aparecer de a poco es la pregunta por la familia de los victimarios de violencia de género.
¿No nacen de un repollo? ¿Es la familia responsable? ¿Alcanza con la pena natural que es tener un familiar que comete un delito de estas características? ¿Es válido publicar la dirección de la casa de esas familias en redes sociales? Rota es la historia de una de esas personas. Es una obra escrita por Natalia Villamil, un monólogo en el que una madre – la gran Raquel Ameri (Millones de segundos) – le busca respuestas a este interrogante.
Sin embargo, se evita el lugar común de buscar el origen de las culpas, parte tradición judeo-cristiana, parte psicoanálisis for dummies. El hijo de la mamá en cuestión mató a su mujer y después se suicidó. En ese acto el hijo parió a una rota. El hijo de puta mata, se quita la vida y se vuelve hijo de rota. El monólogo es su intento por rearmarse, y sin sacar conclusiones apresuradas, instala una conversación que tenemos que seguir.
Ameri, con su elocuencia y su precisión en el gesto, planta la semilla, y los espectadores debemos hacer el resto. Y realmente debemos. Porque también nos debemos una instancia superadora de lo que nos va dejando la cultura de la cancelación, intentar complejizar las individualidades de los casos y repeler el punitivismo. Si volvimos a las calles, volvamos también al debate. Es el momento de repensar a las rotas, y por esto historias como estas son necesarias en la cartelera.
Ficha técnico artística
Dramaturgia: Natalia Villamil
Actúa: Raquel Ameri
Vestuario: Magali Acha
Diseño de escenografía: Magali Acha
Diseño de luces: Julio Lopez
Diseño sonoro: Rafael Sucheras
Realización de video: Paula Coton
Técnico: Tomás Capelli
Música original: Rafael Sucheras
Fotografía: Guido Piotrkowski
Diseño gráfico: Gonzalo Martínez
Asistencia de escenografía: Guadalupe Pabon
Asistencia de vestuario: Guadalupe Pabon
Asistencia de dirección: Eleonora Di Bello
Prensa: Duche&Zarate
Producción ejecutiva: Eleonora Di Bello
Producción general: El Balcón De Meursault
Colaboración artística: Magdalena Huberman
Dirección: Mariano Stolkiner