La acción gira en torno a la crianza cotidiana de Camila, hija de padres separados, y explora la capacidad de comunicación entre los adultos que forman parte de su vida. Con este relato, su autor Juan Pablo Gómez consigue hablar del complejo universo de lo teatral, indagando acerca de la relación personaje-actor y del rol del espectador, entre otros elementos que constituyen el entramado de la ficción.

En el ambiente teatral hay una frase que dice “ni con niños ni con animales” por el efecto de encantamiento por parte de estos hacia la platea, Luna Eychegaray no es la excepción ya que cautiva con su encanto, deslumbrando a los espectadores. El elenco se completa con muy buenas actuaciones de Patricio Armburu, Anabella Baciagalupo, Nahuel Cano y Alejandro Hener.

Prueba y error pone en contrapunto al mundo de los adultos, sus intereses, hipocresías y motivaciones, con el mundo de los niños y su necesidad de contención. Logra hacia el final un momento conmovedor de gran sensibilidad que le pone la piel de gallina a todos. En un mundo que se muestra cada vez más amenazante por el ritmo acelerado, Prueba y error logra encontrar el punto de equilibrio donde ambas generaciones coinciden, y donde también coinciden la ficción y la representación, explorando los límites de “la verdad” y su posibilidad de dramatización.