Con la inmensa pasión que le otorga Gaby Pastor a su personaje desde la autoría y actuación, Perla Guaraní se convierte en una confesión: escenas de la vida de una mujer que tiene que hacer lo imposible por sobrevivir en tiempos difíciles dentro de un litoral implacable.

Con fragmentos en guaraní que nos sumergen en una especie cuento fantástico, y junto a la música de José “el ciego” Pawlin que acompaña exquisitamente, vamos transitando con ella su vida mientras imperceptiblemente nos vamos involucrando en su historia de machetes y sueños frustrados. Su fuerza y su incansable tenacidad la sostienen en su largo camino por la ruta 12, una ruta cargada de peligro y desilusión. De penuria en penuria, el relato nos va convirtiendo en el amigo ciego que la escucha y acompaña en su catársis. Vende cuero para tu zapatito. Y le vas a querer comprar.

Fabián Díaz con su siempre sensible dirección de actores y puesta en escena, logra crear momentos que detienen el tiempo. La escenografía sutil y fragmentada, abre un imaginario que se hace luz con el preciso diseño de Omar Possemato, propiciando el clima perfecto de intimidad y poesía. Perla es la amazona litoraleña que como el yaguareté sobrevive y mete miedo; intensa y frágil, hay que conocerla.