Reseña
60'

El espacio en donde sucede la obra condiciona la experiencia. Y para mí, que es la primera vez que voy al Teatro El Grito -sigo siendo la más peque de las Farsas- este lugar me vibra muy casa cultural, con instalaciones, un bar, un piano y cuadros al estilo de Edvard Munch, que le da el nombre a esta sala en pleno corazón de Palermo jolibud. 

Vinimos a ver Perdimos todo de Ariel Hasman y antes dar sala nos tomamos una birra mientras tratamos de descifrar las caras de gente con barbijo que nos cruzamos (siempre nos copa esto de hacer sociales teatrales y más después de tanto tiempo guardadas en casa). Ya un poco entonadas, nos toca vivir una experiencia peculiar. Este es el momento en donde el teatro se convierte en un planazo para ir con amigas, tomar algo y burlarse de la vida. Con ese título, la obra hace foco en conversaciones de sueños entre amigos, peleas de hermanos, citas fallidas, escritores que buscan su pluma y de eso que no solemos contar. Todo eso que perdimos. 

Dan sala y el asistente de dirección, Sebastian Romero Monachesi, nos invita a subir, generando una expectativa entre payaso y organizador, ¿ya empezó la obra? Lo interrumpen desde adentro, parece que algo no está bien con el arranque ¿o será todo parte del show? Play en Shine On You Crazy Diamond. Una vez que las ondas sonoras de Pink Floyd entran en nuestras cabezas, el delirio queda establecido y entramos. Comienza la función.

Los actores Juan Cruz Marquez De La Serna, Rocío Muñoz y Ale Russek están detrás de escena, y pareciera que aún no se enteraron de la presencia del público. El telón de cortinas negras sirve como suerte de recurso meta teatral en el cual se muestra el artificio de la trastienda. Nos enteramos de las internas del elenco que, lejos de ocultarlas, dejan todo muy en evidencia. Mostrar el artefacto, los hilos, no caretear nada, si total ya nos lo dejaron en claro claro: acá ya perdieron todo. Todo rasgo de cordura, todo tipo de pudor y vergüenza al ridículo, y sobre todo, perdieron definitivamente la solemnidad que muchas veces rodea al teatro.

Bailes en sunga, fiestas y sustancias, barbas y pelucas de espuma, monólogos y el constante énfasis en la exageración total del absurdo. Sueños dentro de sueños que generan un ambiente onírico de los más surrealistas, ¿o acaso no es ese el proceso de escribir una obra de teatro? Nada de querer ir a entender un cuentito o seguir un hilo coherente de sucesos. No. Acá hay que entregarse al disparate y sucumbir al humor; quizá no entiendas nada pero te vas a divertir a lo pavote.

¿Quién no está para un buen rato de risas incomprendidas?

Ficha técnico artística

Dirección: Ariel Hasman

Autoría: Ariel Hasman

Actuación: Juan Cruz Marquez De La Serna, Rocio Muñoz, Alejandro Russek

Vestuario: Rocio Muñoz

Escenografía: Melanie Waingarten

Iluminación: Emanuel Parga

Fotografía: Samuel Aguirre

Diseño gráfico: Milagros Pico

Producción: Juan Cruz Marquez De La Serna

Asistencia de dirección: Sebastián Romero Monachesi

Acceso para Farsos

Si ya sos usuario ingresa, sino hace click y registrate.