La historia es simple (como la mayoría de las buenas cosas): Harry, el Magnífico, entró en el baúl que sólo se abre desde adentro para hacer, por enésima vez, el truco de escapismo que le valió la fama. Pero esta vez, el baúl no volvió a abrirse. Atrapados junto con Harry, quedaron los recuerdos de seis mujeres que vivieron por un hombre.
Alrededor de su muerte (¿o de su desaparición, the ultimate magic trick?) se arremolinan las mujeres de su vida. Su viuda, Bess Vansky (Paula Ransenberg), que intenta retratarse con el espíritu de su hombre para demostrarse a sí misma que está muerto. Ether (Paula Ransenberg), la mujer del aire, que en ausencia del mago es incapaz de volver a desaparecer – y, por ende, capaz de seguir siendo lo que fue. La Magnética(Paula Ransenberg) quien, por el contrario, ejerce una atracción cada vez mayor por todo lo que la rodea. Lizzie y Trixie (Paula Ransenberg), siamesas magníficas que no toleran dejar de tener a este hombre entre ellas. Erna Cochowsky (Paula Ransenberg), la perfumista húngara que cree poder recuperar algo del Harry que una vez fue capturando su esencia. Y Gabriela Radicci(Paula Ransenberg), la nieta del desaparecido ilusionista, que aborrece a su abuelo y no guarda un ápice de tolerancia por los juegos de cartas.
Las palabras de estas mujeres reconstruyen a un hombre y, con él, se reconstruyen un poco también. Porque ellas se definen a partir de un hombre, ese que les dice: Para mí sos hermosa (¿será que, en el fondo, las mujeres que dejan que un hombre las defina son todas la misma persona?)
De la mano de las chicas de Harry, se construye en un espacio en el que se puede pensar el amor como un acto de magia y la vida como una ilusión. Donde una escenografía de cartón pintado, una silla, un baúl y una mesa desvencijada, con unos cuantos objetos encima, se vuelven el espacio de lo posible.
En poco menos de una hora, Paula Ransenberg estalla en mil pedazos y vuelve a armarse una, dos, tres, seis veces. Mil veces. Es todas y es ninguna, despliega sobre el escenario múltiples climas, desdobla un raudal de emociones y crea infinitas mujeres que son poesía pura, magia pura, teatro puro. Por momentos, la mayoría del tiempo, olvidamos que se trata de un unipersonal. Recordarlo es, también, mágico.
Un domingo a la tarde en el que resuena Meliès, un no-se-qué a cine de los primeros tiempos, a teatro de variedades, a circo de feria. Con la magia en el aire, abrimos grandes los ojos, nos dejamos maravillar por el hechizo de Paula Ransenberg. Para Harry Vansky, para todas las mujeres de su vida, para el puñado de espectadores que fueron testigo de la ilusión y para mí, sos hermosa.
Ficha técnico artística
Dirección: Marcelo Nacci
Dramaturgia: Paula Ransenberg
Actuación: Paula Ransenberg
Voz de Harry: Marcelo Nacci
Diseño de escenografía: Alejandro Mateo
Realización de escenografía: Manuel Escudero
Diseño de vestuario: Alejandro Mateo
Peluca: Mónica Gutiérrez
Diseño de iluminación: Fernanda Ballcels
Diseño sonoro: Emiliano Álvarez
Asesoramiento de Magia: Daniel Garber
Asistencia: Pablo Guises
Fotografía: Alejandro Ojeda
Diseño Gráfico: Miguel Israelevich
Prensa: Marisol Cambre
Producción: Juan Zuluaga Bolivar
Este espectáculo formó parte de los siguientes eventos: Teatro x la identidad 2014 y Ciclo Ellas