¿Cómo te sentís después de llorar? Te duele la cabeza. Si lloraste mucho, tal vez tuviste arcadas y tenés la garganta seca y cansada. Te queman los párpados de tanto frotarlos. Y estás agotada, agotada como si hubieses corrido escapándote de un monstruo en una pesadilla y te hubieses despertado luchando contra el acolchado que se te enreda entre las piernas.
La familia está sentada alrededor de una mesa y nosotros los rodeamos a ellos, somos parte. Primer acto: nos reímos. Las sillas de la sala mexicana de Timbre 4 rasquetean contra las gradas de madera. Empieza el ritual dominguero de la cena familiar, tan lleno de frases hechas y gestos anquilosados que podría ser una muestra arqueológica. La utilería contribuye a esta sensación: todo está pintado de blanco, como embalsamado, como si no estuviéramos frente a una silla, una botella de vino, una lámpara, sino frente al arquetipo de cada uno de estos objetos. Miriam Odorico encarna a una madre verborrágica y nerviosa, de rodete apretado y sonrisa tensa. Guillermo Aragonés es el perfecto padre de papel, un hombre aplastado por la voluntad de su mujer. Paula Ransenberg, la hija exitosa, fría y distante.
Segundo acto: nos quedamos muy callados. Hacia la mitad de la obra, el relato costumbrista que retrata perfectamente a una clase media argentina desesperada por asentarse y por reafirmar su posición y su corrección se convierte en un culebrón psicológico. Acá toma la palabra Inda Lavalle, la hija rebelde, la que renegó de su cómodo legado socioeconómico y se arrojó sola al mundo. Ella empieza a vomitar verdades, una detrás de la otra, hasta que los hechos se vuelven preguntas desesperadas que nadie quiere responder.
Tercer acto: salimos del teatro. Todas las palabras que escuchamos al principio se volvieron violentas y todos los gestos de cariño resultaron ser tarascones reprimidos. El texto del sueco Lars Norén resultó perfectamente adaptable a nuestras costumbres argentinas, a nuestro teatro de familias disfuncionales. Pero la distancia respecto de lo autóctono se percibe en ese espacio abstracto en el que transcurre la obra en la versión de Daniel Veronese. Esta familia no es una familia en particular, es todas, es la nuestra. Volvemos a casa con las entrañas desanudadas y el cuerpo agotado.
Ficha técnico artística
Dirección: Daniel Veronese
Dramaturgia: Lars Norén
Actuación: Inda Lavalle, Paula Ransenberg, Miriam Odorico y Guillermo Aragonés
Diseño de escenografía: Daniel Veronese
Diseño de iluminación: Ricardo Sica
Realización escenográfica: Ariel Vaccaro
Diseño gráfico: Estudio Papier
Fotografía: Giampaolo Samá
Producción general: Maxime Seugé y Jonathan Zak
Asistencia de producción: Lucia Tomas
Asistencia de dirección: Gonzalo Martínez
Traducción: Carlos Bonfil