Una tarde de carnaval y un aguantadero desvencijado en el que funciona (a modo de fachada) una cerrajería. Dos hombres anónimos, que no se conocen: Simón (Roberto Vallejos) acaba de salir de la cárcel tras cumplir diez de los quince años de su condena; afuera lo esperaba Mejía (Ernesto Claudio), un total desconocido que le ofrece un empleo poco preciso, misterioso y, por lo menos, ilegal.
A pesar de las apariencias amigables y un clima carnavalesco, la atmósfera se respira turbia. Pronto sabremos que en realidad Mejía no es quien parece y que su objetivo está muy lejos de ofrecer un empleo. Cuando llega Esther (Silvina Bosco), todo empieza a encajar: no se trata de “la putita” que pidió Simón. Todo se resignifica, se intensifica, se vuelve aún más irrespirable.
Un monólogo dulce, un grito desgarrador, la necesidad de que la justicia no se equivoque tanto. En un pase de teatralidad, dejamos de compartir esa habitación desesperante y quedamos afuera: con la murga, con el carnaval. Como si no nos quisieran cómplices de lo que ocurra cuando se cierre la ventana.
Cuando las luces se encienden, los actores siguen desvastados. Nosotros también.
Ficha técnico artística
Dirección: Corina Fiorillo
Autoría: Roberto Perinelli
Actuación: Silvina Bosco, Ernesto Claudio, Roberto Vallejos
Coreografía y asesoramiento corporal: Mecha Fernández
Música original: Rony Keselman
Asistente de dirección: Vanesa Campanini
Diseño de escenografía: Julieta Risso
Diseño de vestuario: Julieta Risso
Fotografía: Gustavo Gorrini, Mauricio Cáceres
Diseño Gráfico: Verónica Duh
Prensa: Duche & Zárate
Producción: Luciano Margulis
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TEATRO DEL PUEBLO
Teléfonos: 4326-3606
Lunes 20:00 hs.
$ 200,00 / $ 170,00
Duración 90 minutos