“Mi padre es un fantasma, por muerte, por ausencia, por cambio de costumbre”
En el espacio hay un muelle, metáfora posible del lugar de partida y de llegada, donde un hombre comienza a pronunciar palabras con ritmos que van variando, con melodías casi musicales.
Este relato entrecruza las historias de dos personajes, un padre ex combatiente de Malvinas, y su hijo, ambos interpretados por Ivan Moscher, quién realiza un trabajo exquisito, de una textura poética deliciosa. Con una manera de contar particular, alejado de cualquier estereotipo, Moscher juega con su cuerpo y su voz como un niño o un dios pequeño y gigante a la vez. Con un delicado humor, y un pentagrama poético que no desafina en ningún momento, la trama se sostiene manteniendo al espectador atrapado en las redes de lo que va sucediendo en ese espacio que recrea distintos lugares del norte y del sur de nuestro país. A estos dos personajes, se le suman “las perreras” un conjunto de madres, tías y primas norteñas. Esta historia nos transporta a distintas geografías, el monte norteño y su inmensidad y silencio, hasta el sur y la guerra con sus dolorosos estruendos.
El texto de Díaz es un bombardeo épico el espacio y el silencio es invadido por la sonoridad y hondura de las palabras que conforman el discurso de estos personajes. “H” es el nombre del personaje que habla, de este Ulises chaqueño que está en plena búsqueda de su identidad y recorre la pregunta acerca de su padre, de este otro “héroe” que combatió en un guerra y que quedó silenciado, vagando por el monte como exiliado, como un fantasma.
Los hombres vuelven al monte es una odisea localista, es la aventura y el riesgo que propone la pregunta por la identidad, de este hijo que deberá enfrentarse al amenazante canto de la sociedad que parece destejer y tejer el manto del olvido. A pesar de la crueldad de la temática, Díaz hace magia con el lenguaje y logra una puesta de una ternura infinita. “Cuando descubra de qué se trata voy a llorar, o por ahí me río o a lo mejor me de miedo”, lo que es seguro es que cuando termines de verla, vas a aplaudir conmovido. Una obra para no dejar de ver.
Ficha técnico artística
Dirección: Fabian Díaz
Dramaturgia: Fabian Díaz
Actuación: Ivan Moschner
Músico: Demian Luaces
Diseño de vestuario: Isabel Gual
Diseño de escenografía: Isabel Gual
Diseño de luces: David Seldes
Diseño sonoro: Patricia Casares
Asistencia de iluminación: Facundo David
Asistencia de dirección: Naiquen Aranda
Prensa: Carolina Alfonso
Este espectáculo formó parte del evento: Selección Obras de teatro CABA 2015