En el día de su cumpleaños, el viejo anunciará la parte de la herencia que, en vida, le dará a sus tres hijas. La parte que le toque a cada será directamente proporcional a las palabras amorosas que sean capaces de expresarle ante todos los presentes.

Las dos hijas mayores, que han preparado sus discursos con gran detenimiento y especulación, lo leen sin espontaneidad, exagerando notablemente la gratitud y devoción hacia el padre; a pesar de la notoria artificialidad con la que manifiestan sus sentimientos, el viejo se conmueve al escucharlas. La menor, en cambio, prefiere el silencio antes que exponer sus sentimientos en público, lo que desencadena la furia del progenitor que amenazara con desheredarla, interpelándola hasta el borde de la demencia para que le diga cuánto lo ama.

La fiesta del viejo es una interesante propuesta que pone en escena la relación entre las palabras, los sentimientos y el dinero dentro de las relaciones familiares. A partir de Rey  Lear de William Shakespeare, Fernando Ferrer se apropia de esta historia transponiendo el universo del autor isabelino a una atmósfera barrial, logrando una poética propia.

Un gran despliegue escénico en la sala del Callejón devenido en club de barrio, con un elenco sólido que sostiene la trama creando momentos muy interesantes, destacándose  Abián Vainstein en la interpretación del personaje del Viejo.

Un buen plan para un domingo al mediodía, en el barrio del Abasto, con algo rico para tomar y comer.