Suena un piano. En un sillón, un hombre y una mujer sentados en la penumbra. Detrás de ellos, cuatro paneles de tela blanca. Las luces se encienden, indican que el espectáculo ha comenzado. Los dos personajes en escena están presos de la mueca: son grotescos; los diálogos que mantienen, absurdos.
La espera trágica es la primera obra de Eduardo Pavlovsky. En ella, se pone en crisis el lenguaje, las palabras y sus significados. Un hombre de traje es la señorita Eustaquia, y una dama enfundada en un largo vestido de terciopelo negro enciende un cigarrillo mientras la llaman: “¡señor!”.
“¿Qué es ‘yo’? ¿Qué es ‘fue’?”, dice una voz. “Murió pasado mañana en un accidente. Menos mal que pudo salvarse”, dice otra. O la misma, es lo mismo, porque el ser también está en crisis. Finalmente, alguien logra articularlo: “No es el idioma ni las palabras lo que nos une, es el sufrimiento”.
La música de un piano melancólico impide la risa que podría venir de la mano de este absurdo y lo vuelve existencial. Angustiante, como una espera. Trágico.
Hacia el final, el público se desconcierta. Cuando la obra termina, nadie sabe si empezar a aplaudir. Es natural: el riesgo de jugar con los límites del lenguaje es, por supuesto, borrar con él los límites de la escena.
Ficha técnico artística
Dirección: Diego Santos
Autoría: Eduardo Pavlovsky
Actuación: José Manuel Espeche, María Alejandra Figueroa, Gabriel Nicola, Analía Sánchez
Música original: Joaquín Rajadel
Asistente de dirección: María Horton
Diseño de Espacio: Diego Santos
Vestuario: Jennifer Sankovic
Producción: Diego Santos
BECKETT TEATRO
Guardia Vieja 3556
Teléfono 4867-5185
Domingo 20.30 hs.
$ 60,00 / $ 40,00
Duración: 50 minutos