Fin de año, una sidra, una mesa rectangular, un pintor, dos hermanas, los hijos de una, el amante de la otra. Todos congregados para festejar. ¿Para festejar qué? Hay amor, sí, pero también envidia, viejos odios, rencores, asco y vergüenza.
Pasaron las doce, los fuegos artificiales ya poblaron el cielo de un barrio humilde en Buenos Aires, paredes medio derruidas, una sidra de segunda marca, no hay abundancia pero sí un espesor en el aire. Algo está por explotar en esa casa, y no son lucecitas de colores. Julio Chávez, dramaturgo y director de esta pieza, compone una comedia dramática de esas que lo tienen a uno mal y bien, simultáneamente y a toda hora.
Una de las hermanas, la de Vicente López -interpretada magistralmente por Luz Palazon- aquella que pudo escapar de la mediocridad y que disfruta de un buen pasar en el paquete barrio de zona norte, quiere irse del festejo pero no puede. Todo la retiene, su amante, que la desprecia, sus sobrinos, su hermana, sus quejas. Mientras tanto, el pintor que queda atrapado en esa casa por un desencuentro, es espectador de la debacle, y no es casual su profesión, la de tapar las manchas, porque es exactamente eso lo que no estaría logrando esta familia esa noche.
Todo explota fuerte y uno descubre qué piensa la tía de Vicente López de esa familia que la avergüenza. Pero descubrimos también qué piensa ella de sí misma, verdad que resulta aún más estremecedora. En esta obra vemos cómo los lazos familiares lo constituyen a uno, y para alivianar un poco, el autor a través de la puesta y los diálogos desquiciados, logra que eso nos cause risa, ya que, si hay que ser honestos, toda familia tiene su costado patético y un Vicente López donde se quiere refugiar.
Ficha técnico artística
Director: Julio Chávez
Autor: Julio Chávez
Actuación: Santiago Caamaño, Paco Gorriz, Hernan Húbeli, Luz Palazón,Mercedes Quinteros y Elvira Villarino
Producción: Ramón Gaona
Asistencia de dirección: Soledad Garcia
EL CAMARÍN DE LAS MUSAS
Teléfonos: 4862-0655
Duración 80 minutos