Do you really want to live forever?
En el 2012 reabrió el mítico Teatro El Picadero de la mano del productor Sebastián Blutrach, y la primera obra de la nueva programación fue Forever Young, un concepto de musical poco recurrente en las producciones teatrales importadas, nutridísimo de la historia y la escena teatral local, que se convirtió inmediatamente en un fenómeno de la escena porteña.
La obra nos muestra un día en la vida de siete extravagantes criaturas, que no son otros que los siete actores representándose a sí mismos en el año 2050, quizás exageradamente envejecidos, pero con realidades alternativas hilarantes. Walter Canella, Christian Giménez, Melania Lenoir, Andrea Lovera, Ivanna Rossi, Germán Tripel y Hernán Matorras son jóvenes jugando a ser seis viejitos vivaces de un geriátrico para artistas. También está la frustrada enfermera (profesión a la que recurrió al fracasar en su carrera artística) encargada de conducirlos en su actividad recreativa del día que consiste en cantar canciones saladísimas como “tengo una manito, la hago bailar”. Pero cuando la enfermera se va por una emergencia, estos rebeldes sin causa la rockean pavorosamente.
Es entonces que podemos ver a una Melania convertida en una amarga femme fatal cuasi andrógina que putea a mansalva, peleando con un Tripa de Mambrú ataviado con un atuendo al mejor estilo de Ozzy Osbourne y una mano temblorosa que sugiere Parkinson, junto a la conmovedora parejita compuesta por Walter Canella e Ivana Rossi, esta última perdida en una quimera onírica del pasado que la lleva a recitar incansablemente pasajes de Romeo y Julieta, y a Christian Giménez cuidando a un pez dorado como si fuera su hijo. Vino va, porro viene, y la atmósfera se enciende con los inagotables compases de los más famosos temas de bandas como Queen, Eurythmics, Alphaville, The Rolling Stones, Bob Marley, The Beatles, Bob Dylan y Nirvana, entre otros. Intercalado en el pantano musical aparece también un potente medley de rock nacional, que incluye a Spinetta, Charly García, Memphis y Los Pimpinela. El elenco es completo y parejo, dentro de un código que coquetea con el grotesco pero que para contar esta historia, y dentro de esta estética, resulta sumamente eficaz. Es el canto a la juventud eterna.
Narrativamente esta pieza no es más que una simple correlación de situaciones cómicas, canciones y gags de humor, pero que de la mano -rotundamente evidente- de Daniel Casablanca engendran un cocktail divertido, bien elaborado e inteligente, que garantiza una catarata persistente de risas de comienzo a fin. Y en el transfondo, un alegato al carpe diem con algún que otro mensaje para reflexionar sobre la soledad de nuestros mayores.
El encore, por supuesto, es de Forever Young.
Ficha técnico artística
Dirección: Daniel Casablanca
Autoría: Eric Gedeon
Versión: Sebastián Blutrach, Daniel Casablanca, Joan Grácia, Pablo Kompel, Paco Mir, Carles Sans
Elenco: Walter Canella, Christian Giménez, Melania Lenoir, Andrea Lovera, Ivanna Rossi, Germán Tripel y Hernán Matorras
Coreografía: Elizabeth de Chapeaurouge
Dirección musical: Gaby Goldman
Jefe de escenario: Guadalupe Bervih
Asistencia de escenario: Andrés Sahade
Diseño de luces: Marcelo Cuervo
Supervisión de vestuario: Héctor Ferreyra
Comunicación visual: Gabriela Kogan
Asistencia de dirección: Guadalupe Bervih
Supervisión técnica: Marcelo Cuervo
Producción gráfica: Romina Juejati
Dirección de Producción: Ariel Stolier
Producción ejecutiva: Jonathan Goransky
Productor asociado: Tricicle
Producción: Sebastián Blutrach, Pablo Kompel
Producción general: Sebastián Blutrach, Pablo Kompel