Hay un muerto, pero dos velorios. O tal vez más. Son velorios que transcurren simultáneamente en dos habitaciones separadas de una misma casa y, si bien hay un sólo cadáver, lo cierto es que hay tantos duelos como deudos. Cada uno vela a alguien distinto, porque, aunque la mayoría son hijos del finado, cada uno conoce al muerto de manera distinta y lo siente distinto. En una habitación, los hijos de Capital, en la otra, los de San Juan; cada uno preguntándose qué pasa del otro lado de la casa, cada uno haciendo su propio proceso único e irrepetible.
Hay un muerto, pero dos obras. O tal vez una. La primera cuenta la historia de los hijos de Capital, la segunda familia del difunto, de sus vidas y de cómo velan y recuerdan a su padre, pero esto es tan solo la mitad. La segunda obra nos quita la duda de qué pasa en la otra habitación, donde los hijos de San Juan, abandonados y dejados de lado, velan a un padre que no se parece mucho al recuerdo que impera en la habitación contigua, pero nos deja otras incertidumbres.
Dos obras que ponen en jaque la idea de que las personas son una única cosa y que nos dan, haciendo uso tanto de sutilezas como de asperezas, la rara y preciosa oportunidad de enterarnos de la otra mitad de todo aquello que nos cuentan.
Ficha técnico artística
Dirección: Pablo Bellocchio
Autoría: Pablo Bellocchio
Actuación: Estefanía Rivas, Gimena Romano Larroca, Nicolás Salischiker, Juan Tupac Solder, Rodrigo Bianco, Verónica D’amore, Jorge Gentile, Jimena Lopez
Músico: Guillermo Olguín
Asistente de dirección: Martina Carou, Malena López
Fotografía: Pia Leavy
Diseño Gráfico: Rodrigo Bianco
Prensa: Tehagolaprensa
TIMBRE 4
Teléfonos: 4932-4395
Domingo 21:00 hs.
$ 120,00