“El mundo que aparece en Durmientes surgió de improvisaciones con los actores”, dice Florencia Bergallo, directora nacida y formada en Córdoba. Y agrega: “la obra se llama así porque quería remitirme a un estado de ensueño, desde donde es posible percibir la realidad de otro modo y reinventarla.”
Los personajes de Durmientes atraviesan un momento de mucho replanteo, se aferran a ideologías como si fueran lo único que les queda. Tres personas en la cuerda floja, desesperados por encontrarle algún sentido a sus vidas, algún propósito.
La obra transcurre de noche en una habitación chiquita y poco acogedora, dentro de una gran casa que perteneció al abuelo del protagonista. Él entra corriendo, como escapándose de algo, acompañado por Jesica, una peluquera a la que acaba de conocer y a quien le propuso que se mude con él por unos días. Mariano es pintor y tiene fuertes convicciones marxistas. Es uno de estos tipos que todo el tiempo necesita reafirmarse en sus valores e ideales, tiene un discurso ideológico lleno de contradicciones, pero se muestra como un provocador del sistema. El personaje que interpreta Javier Pedersoli es similar al de John Kennedy Toole en La Conjura de los Necios, Ignatius Reilly. Incomprendido, inadaptado al mundo en el que vivimos, un ser sensible que fantasea con cambiar la sociedad desde su habitación. Tanto de Ignatius como de Mariano, se puede decir que son seres anacrónicos. En cambio Jesica es una mujer simple que está ahí porque él le gusta pero no entiende mucho lo que le dice, quiere ir más “a los bifes” podríamos decir, o solo busca un poco de compañía. Al rato llega a la habitación Andrea, una mujer chiquita pero muy temperamental que vive ahí con Mariano y trae sus propios problemas.
En realidad los dos ocuparon esta casa, pero están a punto de ser desalojados. Se quedan porque aunque no les pertenezca, es su refugio, es donde se resguardan del afuera que es una amenaza constante. Como encerrados, con las ventanas tapiadas, intentan crear nuevos códigos de convivencia, formas alternativas de relacionarse y de organizar “su territorio”. Son diferentes entre sí, pero todos tratan de llenar un vacío y buscan un poquito de calor humano.
“No quería hacer una obra sobre una familia ni sobre gente psicoanalizada que conversa sentada en un living”, dice Bergallo, y eso fue lo que no hizo.
Ficha Técnica
Elenco: Javier Pedersoli / Lola Lagos/ Victoria Roland
Escenografía y diseño de luces: Julieta Potenze
Realización de escenografía: Ariel Vaccaro y Julieta Potenze
Diseño y realización de vestuario: Paola Delgado
Preparación corporal: Mariana Tellechea
Fotos y Diseño gráfico: Brenda Bianco
Prensa: Ezequiel Hara Duck
Producción: Julián Krakov y Florencia Bergallo
Asesoramiento del Texto: Marcelo Bertuccio
Asistente de dirección: Ximena Seijas y Gisel Robles
Dramaturgia y Dirección: Florencia Bergallo