Una interrogación sobre la clase política que interpela al espectador.
Francisco (Roberto Vallejos) es el candidato a ganar la interna de su partido y convertirse en presidente del país. Alejandro (Gustavo Pardi), su amigo y mano derecha, le ofrece su mano y con su mano una traición. Lo que comienza como una conversación más de trabajo, dará lugar a una noche donde ambos personajes se enfrenten a su destino, en una lucha a muerte por un reconocimiento. El de nuestro compromiso individual con lo colectivo.
La directora Corina Fiorillo, recientemente galardonada con el ACE de Oro, acierta en apoyarse sobre el talento de dos magistrales intérpretes, Vallejos y Pardi, en un verdadero duelo actoral que privilegia el vínculo lastimado, la amistad herida, en dos composiciones complejas, de máscaras que van cayendo. Con un excelente aprovechamiento de la cercanía que propone la sala del Maipo Kabaret, la propuesta se carga de densidad al presentarse en un circuito comercial. Fricciona con lo establecido desde el discurso, y más interesante aún, en un desenlace donde el poder se pone en duda revelando la escena como convención.
Si en la primera parte la obra queda atrapada en el realismo que impone la oficina, el gabinete político, es en el final, a modo de epílogo o coda, donde el espectáculo revela su verdadera naturaleza política, como potencia que invierte la relación escena / espectador. Uno de los dos candidatos, no vamos a revelar cuál, se enfrenta a una multitud que lo aclama. Un momento sumamente expresivo donde Fiorillo se toma licencias en el manejo de la escena y Ricardo Sica se destaca en las luces. Casi como un anverso del espacio de la oficina, el espacio público convoca al espectador no como voyeur de la oficina que espió, sino como ciudadano indignado, que reconoce la falsedad del contenido proposicional que se le ofrece.
Dignidad hace referencia a Dignitas, una de las virtudes romanas de difícil traducción, que incluye la valía personal, que era preferible salvaguardar hasta con la propia muerte. Acaso como ironía, Dignitas también es el nombre de una fundación suiza de eutanasia, que ayuda a enfermos terminales a morir en forma legal. Así, como en las derechas elegidas democráticamente, Dignidad nos habla también de nuestro suicidio como pueblo.
Ficha técnico artística
Dirección: Corina Fiorillo
Autoría: Ignasi Vidal
Versión: Elio Marchi
Actuación: Gustavo Pardi, Roberto Vallejos
Vestuario: Gonzalo Córdoba Estevez
Escenografía: Gonzalo Córdoba Estevez
Diseño de luces: Ricardo Sica
Prensa: Marcos Mutuverría – DucheZarate
MAIPO KABARET
Esmeralda 449 (2do Piso)
Teléfonos: 4322-4882/8238
Viernes 21:00 h
Sábado 21:00 h
Entradas desde $ 300,00