Cosas pesadas caen, escrita y dirigida por Patricio Ruiz, empieza en la playa y termina en el espacio. En el medio, Édison -interpretado por un Martín Bontempo divinamente sassy- crece: tiene berrinches de nene y reflexiones de anciano. Los papeles son exagerados, acordes a la mentalidad sin matices de un chico-adolescente. Karen, la madre interpretada por Federica Presa, siempre grita y siempre se está yendo. El padre, Pablo Seijo, es completamente débil, consiente todos los caprichos, incluso el de su propia muerte. Camila Miranda, que alterna entre ser la hermana de Édison y la presencia del autor en el escenario, es un cable a tierra. Ella recuerda que los gigantes son ficcionales, les otorga su caracter mítico, aunque sugiere que hay gigantes también en la vida real.
Y viceversa: dentro del mito aparece la realidad, con un monólogo hipnotizante de Federica Presa que explica la angustia de Karen. A lo largo de la obra, Édison imagina y su imaginación crea y destruye. Los colores primarios y las referencias a películas de Disney se van oscureciendo, afloran la crueldad y la violencia desmedida. “Estoy creciendo y duele”, dice Édison. Crecer y doler van todo el tiempo de la mano en Cosas pesadas caen, sin que quede claro cuál es la causa y cuál la consecuencia.
Ficha técnico artística
Dramaturgia y dirección: Patricio Ruiz
Intérpretes: Martin Bontempo, Camila Miranda, Federica Presa, Pablo Seijo
Actuación en video: Miguel Rios, Maria Del Carmen Ruiz, Patricio Ruiz
Vestuario: Javier Mayer
Escenografía: Florencia Miranda
Objetos: Sigue Al Conejo Negro
Máscaras: Sigue Al Conejo Negro
Diseño de luces: Lía Bianchi
Diseño De Sonido: Camilo Ortiz
Audiovisuales: Henri Hournau
Fotografía: Julián Larroza
Asistencia de dirección: Sofía De Brea
Producción: Manuela Roca
Co-producción: FIba, Centro Cultural R. Ricardo Rojas Uba