Astronautas es una coproducción entre Argentina y Chile estrenada en el marco del último Festival Santiago a Mil que llega ahora al Xirgu y también es todo eso que no esperábamos venir de Mariano Tenconi Blanco. Una obra que sorprende y, a su manera, atrapa. Sobre la base de la ciencia ficción, el lenguaje se enfrenta al vacío para intentar crear un nuevo mundo, literalmente.

Todos esos universos íntimos de mujeres al filo de alguno de sus bordes, de las últimas piezas de Mariano Tenconi Blanco, acá no están. O sí, pero definitivamente, contados de otra manera, distorsionados por su particular código Sci-Fi que sitúa a las protagonistas (Claudia Cantero y Ximena Rivas) en un futuro lejano en tiempo y sentido. Sudamérica conquistó la tierra y estamos en medio de una accidentada misión espacial, por la que intentaba conquistar también el universo. Somos nosotras, las dos tripulantes sobrevivientes y una desconocida e infinita nada.

Entonces llega el humor físico al límite del morbo explícito como contrapunto de la profunda paradoja de habitar y fundar un planeta nuevo con la permanente desconfianza sobre el propio lenguaje. Esta es la propuesta discursiva que se sostiene y se va replicando en cada una de las peripecias que estas dos mujeres atraviesan sin moverse casi, de su porción de espacio desconocido.

Astronautas encuentra sus matices originales tanto en esta estructura, como en su puesta minimalista de fuerte peso en las luces y en la precisión de la música original en vivo de teclados y sintetizadores a cargo de Ian Shifres. Es cierto que capaz nos quedan las ganas de que todo explote un poco más, todavía, pero también es cierto que ante un planeta vacío, quizá mejor sea ir en equilibrio y sin desbordes.