Por Guada Gold y Florencia D’Antonio

Asterisco 31 Numeral *31# lanzó una nueva experiencia telefónica, titulada Aguas Turbias, con un oyente y tres llamados de tres intérpretes.

 *31# es un proyecto creado por Max Suen, Almudena Gonzáles y Naomi Stein. Son experiencias teatrales telefónicas, voz a voz con el oyente, por lo que hay un libreto pero la improvisación y la sorpresa son parte de la propuesta. El proyecto fue ganador del “Concurso Nacional de Artes Performáticas en Entornos Audiovisuales” del Instituto Nacional del Teatro (INT). Hay distintas experiencias disponibles, así como horarios y días. La llamada de Aguas Turbias, a las farsas, ¡nos conmovió! 

Otro fin de semana más de pandemia. Otro sábado lejos de la familia, de las salidas a los bares y a los teatros. La hora clave -y el momento pico del romanticismo alemán en el que el sujeto sensible se enfrenta al mundo-, en la que un poquito de esa nostalgia tanguera retumba por las paredes de los cuartos del aislamiento; ¡Ring! *suena una llamada*.

La pregunta por la vigencia de hablar por teléfono -como en la vieja escuela, en las que las charlas extensas con amigas o con la persona que te gustaba, el tiempo volaba y volaba- podría aparecer como cuestionamiento inherente a la propuesta. Pero, ¿no todo lo que reconocíamos como propio se volvió trinchera y lo que entendíamos como extraño pudo volverse norma? En este territorio espacio-temporal de Jauja, todo parece trasmutado. Porque el calor de la voz, la escucha atenta y, sobre todo, la construcción del relato, es el premio mayor. Se reivindica la sonoridad, y en Aguas Turbias, en tiempos en los cuales la pantalla es mandato social, escuchamos atenta y dulcemente. 

Primer llamado. Mi amiga y compañera de la salita de la enfermería del pueblo dice que hice bien en irme. Me extraña, se nota, y yo también a ella. Entablamos un diálogo profundo, desenterramos algunos secretos. Pero hay algo raro ahí. Hablamos de señales y del karma. Interpretamos indicios de la naturaleza y de los sueños. Está preocupada. –“¡Cuidate!”- me dice. Y yo, soy la vecina que falta. La vida del pueblo es diferente a la de la ciudad, entonces llaman. Y en el mío hay accidentes, gorriones, enfermeras, herencias, y parece que los dioses están enojados.

-“¡Escúchame bien, Changuita! ¿A qué le tenés miedo?”- me dice Paco, mi amigo del segundo llamado. No sé qué pasó en el barrio, pero se ve que fue intenso. “¿Alguna vez sentiste mucho dolor, Changa?” La odisea de sostener y de callar los pecados. El miedo, el dolor, la sangre, y el manubrio roto de la bicicleta de Paco…

Último llamado, mi amiga, la de las cartas de Tarot. Sabe mi secreto. Charla va, charla viene. Estamos de acuerdo que en la vida, las premoniciones y los sueños están muy relacionados. Dice que mi cuerpo es un templo, y que sobreviviré. *se corta la llamada*

Telón.