Como si hubiera poco talento argentino dando vueltas por el mundo, la dupla conformada por Emilio García Wehbi y Maricel Alvarez estrenó el domingo pasado: Casa que Arde (Das Brennen Haus) en la tierra de los Rolex y el chocolate, Suiza. El estreno se lanzó con gran suceso de público y un aplauso sostenido durante cinco minutos. Moneda corriente para estos dos seres del futuro.
El proyecto comenzó a gestarse en el año 2012 y está comisionado por el Konzert Theater Bern, lugar donde se estrena la obra, en la ciudad de Berna.
Se trata de una re escritura contemporánea de La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca, tomando como eje la problemática de la sexualidad reprimida, el poder falocrático y la familia como estructura de sometimiento (ninguna comedia romántica). La puesta involucra tres áreas principales: teatro, música contemporánea y danza. Más allá del enorme texto de Lorca la puesta está atravesada por influencias de autores como Klaus Theweleit, Carl T. Dreyer, Gorges Didi-Huberman y Marguerite Duras, entre otros.
El elenco de Casa que arde está compuesto por cuatro bailarinas, cuatro actrices, un ensamble de música contemporánea, una coreógrafa invitada (la argentina Lisi Estaras) y 15 niñas de entre 5 y 13 años de edad. Así, como quien no quiere la cosa, hay mas de 20 personas en escena y un par de animales embalsamados. O sea, cantaron retruco.
García Wehbi y Alvarez son una pareja artística que desde hace más de 15 años han sabido traspasar los límites de las practicas artísticas, explorando distintos tipos de disciplinas como la performance, la ópera o la intervención urbana, combinándolos en nuevas formas expresivas. Grandes exponentes del teatro posmoderno, sus puestas nos han llevado a la multiplicidad de todas las imágenes y situaciones que ofrecen superpuestas, y que como espectadores, no nos han dejado relajar en nuestra sillita cómodos sino que todo el tiempo nos han empujado a participar de lo que viene, siempre implicados, siempre apelados, siempre activos. Nada más lindo en tiempos tan previsibles, que sus locuras nos desafíen y nos hagan valer nuestro lugar en el teatro.
Los felicitamos por su interesante propuesta para esta obra épica del teatro español y cruzamos los dedos para que giren por tierras nacionales. Estos dos talentosos, acá en casa, ya nos tienen acostumbrados a que uno puede esperar que caiga un elefante del techo en escena y nos pida un cigarrillo. Gracias por seguir expandiendo limites y haciéndonos sentir incómodos ¡de eso se trata el arte!