El FIND arrancó a pleno y nosotros seguimos viendo de todo en la segunda semana de esta fiesta teatral alemana en el mítico teatro Schaubühne de Berlin.
Cabe destacar que el lema de este año, “Democracia y tragedia”, es una combinación que nunca esperábamos ver, pero que sin embargo entendimos su porqué. El mundo está experimentando una crisis en sus modos de representación política. Desde nuestra América hasta Europa y Oriente, las formas de organizarnos como sociedades están entrando en conflicto con las propias realidades de los países. La creciente globalización está provocando que nos encontremos más de gente distinta y se genera la necesidad de construir nuevos puentes entre los humanos y países.
Que el teatro se ocupe de esto es una gran noticia porque se dispone como herramienta de construcción social. Nos muestra de manera poética y dramática una problemática y así nos ayuda a poder decodificarla. Todas las obras que vimos del FIND vienen de distintas realidades pero todas tienen en común lo que está sucediendo en términos de sociedad y eso hace que el teatro se disponga siempre como un arte del presente.
En la segunda parte del festival, nos volvimos a dar una linda panzada de teatro, como estamos acostumbrados.
Iphigenia in Splott. Mark Douet, 2017
Iphigenia in Splott dirigida por Rachel O’Riordan nos contó la historia en primera persona de Effie, interpretada de manera arrolladora por Sophie Melville, una joven chica de Splott, distrito de clase obrera en la ciudad de Wales. Effie es despiadada y parece no tenerle miedo a nadie, se la pasa en la calle, discutiendo con su novio y no tiene nada que hacer salvo tomar y gritar. Sin embargo, un noche fugaz con un ex soldado que trae en consecuencia un inesperado embarazo inacabado hará que su vida vuelque a darse cuenta en el sistema macabro en el que está envuelta. Melville logra mantener la tensión sola en el escenario y dar cuenta de los matices del personaje quien prejuzgamos toda la obra. Effie nos fuerza a darnos cuenta como esa misma persona que preferimos no mirar en la calle nos está dando una mano para mantener todas nuestras comodidades.
Democracy in America. Gianmarco Bresadola, 2017
No vamos a decirte que no teníamos grandes expectativas cuando nos enteramos que íbamos a ver una obra de Romeo Castellucci. Ya habíamos tenido el placer de verlo en el FIBA y nos había impactado mucho. En este caso, Democracy in America tuvo el sello Castellucci de manera contundente. Grandes escenografías, muchos actores/bailarines y una composición poética de la escena muy interesante. Esta obra nos habló de los inicios de la democracia, basada en el libro Alexis de Tocqueville, nos sitúa en América, en el tiempo de los peregrinos el puritanismo y en cómo se fue transformando la fe religiosa en la creencia en la sociedad y sus poderes. Mezclando escenas con situaciones más simbólicas, Castellucci logra transmitir la sensación de una construcción institucional, dando sus pasos iniciales con todos los traspiés que tuvo y todas las injusticias materializadas en nombre del bien común.
From here I build everything. Rachel Lang, 2017
Como lo bueno viene en frasco chico, From here I build everything nos dio media hora de risas ininterrumpidas. Resulta que, entramos a la sala y había un gran gato tocando el “Himno de la alegría” en el piano y una señora cocinando al otro lado. Ya intuíamos que esto arrancaba bien. Cédric Eeckhout, actor bélga y creador de la obra, se nos presenta como en crisis, tal cual como su tocaya de iniciales, la Comunidad Europea. Su conflictiva parece ser parecida a la del continente, ¿cómo se hace para permanecer juntos? Él mismo se lo plantea, tanto en su propia vida y desatinos amorosos, como con la del continente y los resultados del “Brexit”. Junto con su madre y su gato Jesús magnificado, nos hicieron reírnos de nosotros mismos y darnos cuenta que los propios gérmenes de esa separación están dentro, todo en menos de una horita. Reflexión express pero reflexión al fin.
El último día del FIND, nos dio ganas de exprimir todo teatro posible hasta último momento así que nos pasamos todo el día dentro del Schaubühne. Arrancamos presenciando otras variantes arriba de un escenario. Primero presenciamos una charla titulada “Streitraum: The Limits of Respect” en donde presenciamos un debate moderado por Carolin Emcke en conversación con Anetta Kahane (del Amadeu Antonio Foundation), Bianca Klose (del Mobile Counsel against Right-wing Extremism) and Ernst-Dieter Lantermann (psicologa social).
En la mesa se discutió la problemática actual de la intolerancia a la diferencia y a la otredad en todas sus versiones. Se vio una preocupación creciente debido a que esta intolerancia no solo es dicha sino que se está convirtiendo en amenaza a aquellas personas que son diferentes. Se analizó cuáles son los orígenes de este tipo de actitudes, tales como la lógica fanática y la falta de cuestionamiento al propio hacer. Desde ya que el ejemplo no está en la política (con modelos a seguir cada vez más nefastos) pero se propuso un accionar de comunicación y debate, desde las instituciones educativas hasta los medios, tratando de lidiar y debatir esta cuestión para que no permanezca de manera tácita y no se instale en la sociedad.
Please Excuse My Dear Aunt Sally. Katja Strempel, 2017
Pudimos también probar un poco de cómo era el FIND en sus comienzos, ya que comenzó siendo un festival en donde el ensamble del Schaubühne representaba de manera leída las obras seleccionadas. Please excuse my dear aunt Sally es una obra de Kevin Armento y relata el affaire que ocurre entre Red, un chico de secundaria y su profesora de matemática. Lo ingenioso es que el que cuenta toda esta historia es el celular de Red, quien es el testigo de toda esta historia que es más que de amor es un poco de aislamiento tecnológico.
Los Incontados – Anatomía de la Violencia en Colombia: un triptico. Felipe Camacho, 2017
Nos pusimos muy contentos cuando vimos en la lista de obras que íbamos a ver una obra de Colombia. No más leer subtítulos. Los Incontados- Anatomía de la Violencia en Colombia: un triptico de Mapa Teatro y dirigida por Heidi y Rolf Abderhalden nos tele transportó entre la fantasía y la realidad al país multicolor del que provee. Siempre al borde del colapso, nos transportan desde escenarios hogareños hasta la selva, desde niños uniformados tocando en bandas escolares hasta a un fantasma de Pablo Escobar rapeando en el infinito. Se presenta un gran descontrol que refleja de manera contundente la realidad de gran parte de Latinoamérica entre la diferencia social, la incipiente revolución que cae en un eterno carnaval.
Be the one who you’re not. Fatmeh Mir, 2017
Por último, no podíamos terminar sin un shock, Be the one who you’re not de Saman Arastou (Tehran) nos mantuvo al borde del asiento los 40 minutos que duró. Entramos a la sala de espera y vemos como una prisionera estaba siendo custodiada ya por una mujer árabe. Evidenciamos antes de sentarnos en las butacas, una escena de violencia y represión al lado nuestro, tanto que algunas personas de público se interpusieron en la contienda. Lo que siguió fue una performance totalmente corporal, sin texto, salvo por ocasionales gritos. Dos prisioneros de un grupo de personas, intentaban pedir auxilio a los espectadores todo el tiempo, mientras que los opresores los transformaban en algo que no eran. La obra habla sobre la condición de los transexuales en Irán y como la opresión está presente en el propio círculo familiar que quieren forzar a la persona a ser mujer o hombre, pero a definirse como si no estuviera bien ser quienes son ahora.
FIND 2017 nos dio una visión panorámica de una situación mundial. Fue una gran experiencia, no sólo para expandir horizontes sino también para poder sentir como se está representando en diferentes países lo que estamos viviendo como generación. En el medio de la histórica Berlín, nos sentimos distintos pero el teatro es el que tendió puentes para que podamos acceder a todo este crisol de escenas y a la oportunidad de analizarnos como parte de una aldea global que está in progress.