Lo que se convirtió en el clásico teatral rafaelino de las vacaciones de invierno -gracias al corazón del equipazo que lo lleva adelante- se vio afectado por las restricciones sanitarias como todos los eventos culturales. Para la fecha prevista, los casos en la provincia no bajaban y fue por eso que podrían haberlo suspendido una vez más… pero no. Como acabamos de mencionar, a este festival lo bancan amantes del teatro que hallaron en este encuentro un motor de creación y por eso se la jugaron con la propuesta de organizarlo en primavera y con gran parte de la programación al aire libre. Así fue que, una vez más, las Farsas nos fuimos para la “Perla del Oeste”.
Rafaela es una ciudad muy bella: parece que el poder adquisitivo se debe a que es parte de la cuenca láctea de Argentina y mantiene el encanto de tener una zona urbana antigua y baja, con casas de calidad y bien conservadas. En un hotel de la calle Santa Fe nos encontramos con chocolatada y dulce de leche junto con las acreditaciones para un fin de semana de maratón teatral y rondas de devolución con obras locales y de Buenos Aires. Acá te dejamos algunos comentarios sobre las que vimos:
Ana y Wiwi: la primera incursión de Lorena Romanin (Como si pasara un tren) en el teatro “para toda la familia” se estrenó en el Cultural San Martín, pero lo que vivimos nosotras fue un flash. La obra sobre la amistad entre una niña y una vaca constituye una crítica al maltrato animal y se programó nada más ni nada menos que en la Sociedad Rural de Rafaela. En la misma zona donde los lácteos son una de las principales actividades productivas se realizaron funciones con un entorno natural, música de Yacaré Manso, actuaciones de Luciana Grasso, Maxi Trento, Jorgelina Vera y una formidable participación de la titiritera Daniela Fiorentino a cargo de Wiwi, que enganchó a niñes arriba y abajo del escenario.
Las Vengadoras: la obra de Bernardo Cappa (cuya reseña podés leer acá) encontró en el anfiteatro de Rafaela un espacio a cielo abierto en el que Las polis pudieron aprovechar subiéndose a las gradas y utilizando los sonidos que llegaban de afuera mientras hicieron estallar al público metiendo bocadillos vinculados con la actualidad como “estas armas son reglamentarias como las de Hollywood”, en relación a la tragedia que involucró a Alec Baldwin durante el rodaje de Rust o comentarios sobre la China Suárez y el reality La Voz Argentina.
La casa de las palomas: fue en el Teatro Laserre que volvimos a ver la obra que Victoria Hladilo (La Sala Roja) presentó junto al elenco en su primera función sin José María Marcos (que murió en abril de este año). El estrés que genera el cumpleañito de Dante en su madre va a detonar una crisis familiar que se va a desarrollar en el backstage del evento pero frente a la platea para hablarnos sobre un duelo -antes de que la persona se muera-. Esas obras que podés mirar con liviandad para pasar el rato o identificarte (y angustiarte) como hija o hijo que somos.
Noches blancas: es una novedad para Rafaela y para nosotras porque desde el festival organizaron una convocatoria abierta en la ciudad para realizar un Laboratorio de Creación en distintos grupos con coordinación de las hermanas María y Paula Marull, Emiliano Dionisi y, en este caso, Jorge Eiro. Así fue como el dramaturgo y director porteño viajó en agosto, luego ensayó de manera virtual, fue en septiembre, para después seguir ensayando por zoom y volvió en octubre para montar una obra en la Plazoleta Suiza, un espacio público y al aire libre que por las noches se iluminó de a sectores con escenas donde vimos historias personales ficcionalizadas al servicio del festival. Desde un entierro con tierra de verdad, hasta una batería que sonaba a todo lo que da, o un auto como escenografía para que una amiga acompañe a otra a hacerse un test de embarazo. Todo eso sucede en en una sola noche y si vas a la ciudad, la vas a poder ver, porque la idea es que siga, siga y siga.
Nombrarte Recuerdo: esta obra se hacía en el teatro La Máscara, el espacio de experimentación del teatro independiente en Rafaela, antes de la pandemia. Vuelve con Gustavo Mondino (que es director de la obra y del festival), Mayra Armando (parte del equipo organizador FTR21), Inés Nosti (que embarazada la vimos cumplir varias funciones durante nuestra estadía), Amorela Coppes, Corina Perotti, Esequiel Caluva y Darío Dalmas para cubrir la escena de pieles, música para bailar e historias que te van a destrozar el corazón, todo al mismo tiempo.
Este año el festival se descomprimió en dos fines de semana fuertes, así que las Farsas nos vinimos durante la semana a Buenos Aires. Pero, ojo, quédate por ahí, porque el finde volvemos a la Perla del Oeste para mostrarte esta bella selección de obras, de intercambio y comunidad.