Pablo Viotti estudió música desde los once años y paseó libremente entre la composición y las bandas hasta dar con el mundo teatral de grande. Alejandra Mikulán, quien, además de actriz, fue su compañera del colegio, lo acercó a Gonzalo Facundo López. En ese entonces, estaban montando Soy Verano en el Matienzo de la calle Matienzo, obra para la cual hizo un acompañamiento musical cumbiero y popular. Gonzalo lo volvió a llamar, más adelante, para Perro Mujer Hombre, y esta vez le tocó componer la música original. Desde ahí, Pablo no paró…
Nos cuenta que, como músico, siempre se interesó en la expresividad de sus composiciones, producciones e interpretaciones. Y que, justamente, lo que le llamó la atención del teatro, fue la potencialidad expresiva y la disposición atenta del público a la escucha de lo que suena: “tal vez sea porque el hecho de seguir una trama, unos personajes o un dispositivo, abre la sensibilidad de la música a lugares que están mucho más resistidos en la escucha de música ‘pura’. Por eso considero el teatro el ambiente más apropiado para mi música”, nos explica sobre su flechazo.
Aprendió a amar la posibilidad única que ofrece el hecho teatral de reinventar y pulir lo que hace función a función trabajando en el 2018 en la obra Dulce Pájaro de Juventud de Tenesse Williams, dirigida por Oscar Barney Finn. El día del estreno se encontró con que no había ensayado nada para el piazzato, momento en el cual debía amenizar la espera mientras se daba sala en el Centro Cultural 25 de Mayo. Primero, improvisó, y a medida que pasaron las funciones, le aconsejaron ir por clásicos reconocibles. Así, el piazzato fue evolucionando en un repertorio de standards que se llevaba todos los aplausos antes de que siquiera empezara la obra.
Otra cosa que ama del teatro, es su calidad de colaborativo. Empezó a trabajar con Gustavo Tarrío para El vestido de mamá en el 2016, y siguieron con La Guiada en el 2017. Una día, la productora Alejandra Menalled les propone componer una canción a modo de chiste interno. La consigna era que glorificara el lema “nada me importa menos que tu agenda“, una respuesta recurrente sobre los horarios entre el team Tarrío en los grupos de whatsapp. Dado que ya andaban con training, la hicieron juntos con Gustavo, entre risas. Así fue como, al escucharla, Alejandra le insiste a Gustavo con una idea que también ya le había propuesto Carmen Baliero: que hiciera un espectáculo exclusivamente de canciones propias. Así fue como empezaron a componer y recopilar canciones, con todos los colores, temas y métodos posibles, y armaron esta colaboración sólida de artistas que tanto disfrutamos para la imperdible Esta canción.