Por únicas 4 funciones, el San Martín recibe a la nueva creación de Sergio Blanco. Con la especial expectativa que generan los autores contemporáneos, hoy a las 20:30 estrena El Bramido de Düsseldorf, en el marco del ciclo Temporada Internacional de Uruguay.
El dramaturgo franco- uruguayo alcanzó renombre internacional y supo forjar un estilo propio, entre lo auto ficcional y lo meta ficcional, entre lo verídico y la brutalidad de un narrador directo y punzante. En este lado del Plata se lo conoce por obras como Tebas Land y La Ira de Narciso, ambas dirigidas por Corina Fiorillo y presentadas en Timbre 4, ambas relatadas desde la auto ficción.
En El Bramido… , el padre de un autor teatral se está muriendo en la ciudad alemana de Düsseldorf. El autor asiste al padecimiento de su padre pero convocado por tres posibles proyectos: el cierre de un contrato para guionar películas pornográficas, la conversión al judaísmo con circuncisión incluida en una prestigiosa Sinagoga o la exposición sobre un mítico asesino alemán de comienzos del siglo pasado, en la cual el escritor oficiaría de redactor del catálogo. Las tres hipótesis sobrevuelan la agonía del padre y abren campos de pensamiento en torno a: Dios, la sexualidad y el Arte.
Para los que sostienen a la discursividad autoreferencial como el único discurso posible porque, ¿de qué voy a hablar sino es de mí mismo? ¿de qué otra cosa tengo esa autoridad para repesentar (me) y esa potestad de verdad? Para los que entienden el empoderamiento sano del yo, es – sin dudas – un obrón (y para los que no, también).
