Desde Grease y West Side Story hasta Legally Blonde, 8 1/2 y Ghost, la lista de películas que se conviertieron en obras de teatro -casi siempre musicales- es bastante extensa. Ahora le ha llegado el turno al género del terror. Sí, señores, se acaba de estrenar (en Los Ángeles) la versión teatral de aquella película inductora de las más siniestras pesadillas, que cuenta la historia de una nena que es poseída por un desafiante espíritu maligno.
Detrás de las escenas de la lucha de esta nena por su alma hubo una lucha a menor escala, de carácter artístico más que teológico. ¿Puede una obra de teatro, con un elenco de estrellitas famosas, que comparte su ADN con una película de terror de las más exitosas de la historia, capitalizar esta conexión y a la vez deshacerse de la carga que acarrea su predecesora cinematográfica? O lisa y llanamente, ¿llegará a causar miedo?
“Eso es algo que no vamos a saber hasta que esté de montada por completo, frente a un audiencia” dijo John Pielmeier, el brujo que adaptó el bestseller de 1971 de William Peter Blatty, el mismo que dio origen a la película, al teatro.
Dirigida por John Doyle (Company, Sweeney Todd), la producción del Geffen Playhouse de Los Ángeles comenzó sus previews el 3 de julio y estará en cartel hasta el 12 de agosto, con un elenco que incluye a Brooke Shields, Chris MacNeil y Richard Chamberlain.
Habrá que verla para dar un veredicto. Por suerte podemos decir que no siguieron aquella costumbre yanqui que transforma todas las películas en musicales en el proceso de adaptación al teatro.