Michael Grandage, el director de la actual versión de Evita en Broadway, vuelve a aparecer en estos días en los titulares yanquis por el regreso de Red, la mega elogiada obra de John Logan que dirige ahora en el Mark Taper Forum de Los Ángeles. Los protagonistas del suceso son Alfred Molina (al igual que en la primera versión allá por 2010) y el divino Jonathan Groff, adorado por las multitudes femeninas desde su exitosísimo protagónico en Spring Awakening, y su posterior aparición en la serie Glee.
La obra se centra en un episodio de la vida de Mark Rothko, artista plástico sedicioso asociado con el expresionismo abstracto que luego de una profunda depresión se terminó por suicidar en 1970. En la obra, situada una década y pico antes de su muerte, le encomiendan una serie de murales para un exclusivo restaurante, mientras que su asistente cuestiona sus teorías artísticas y, principalmente, su aceptación de ese trabajo super comercial. “Hay una sola cosa a la que le temo en esta vida, mi amigo… que un día, el negro se pueda tragar al rojo”, le dice Rothko a su asistente. Este reestreno parece ser todo un acontecimiento en la escena teatral californiana.