Especial desde Roma, Italia.
Llegó el turno del teatro considerado “burgués”, el Teatro Manzoni, localizado en una zona residencial muy cerca de las oficinas de la RAI. Allí desde el 4 al 28 de octubre se presentó Divorcio a la Romana, una comedia “brillante” a la italiana que toca temas muy actuales.
Stefano Reali nos cuenta a través del humor las vicisitudes de un matrimonio “agé”, el marido premuroso muy ocupado con su trabajo, la esposa aparentemente deprimida que no sale de casa y una pregunta recurrente “¿De uno a diez cuánto me amas?” dando por descontada la sinceridad de la respuesta. De repente, un hombre más joven irrumpe, agregando así un ingrediente picante a la dinámica establecida de la pareja.
Lo que parece una comedia banal, a medida que la obra avanza, siempre con el ritmo de la comedia muy bien escrita, va profundizando en temáticas sociales relacionados a las mujeres e indirectamente a los hombres, desde el amor. ¿A qué edad dejamos de esperar el amor y nos conformarnos? ¿Cómo está visto que un hombre más joven se enamore de una mujer más grande? Hasta la re significación del rol de ancianos y reivindicación de vivir a fondo hasta el último día de nuestras vidas.
La columna sonora elegida por el director Retano Giordano (quien también se dio el gusto de interpretar al psicoanalista de la protagonista) para acompañar los momentos críticos de esta historia es el Tango, ya que él mismo reconoce estar enamorado de la Argentina, la cual será mencionada recurrentemente. “Como el tango, pecaminoso y sensual, nuestro Divorcio a la Romana no dejará de envolvernos y desenvolvernos a cada paso con golpes de escena inesperados, improbables y graciosos gags, para que todo lo que aparentaba ser normal muestre su otra cara de la moneda, siendo ésta la verdadera” explica Renato.
Las cálidas interpretaciones de los protagonistas, Gabriella Silvestri, Massimo Giuliani y Fabio Avaro (el cast se completa con Alessandra Palazzoli) nos hacen reír y emocionar al mismo tiempo, dejándonos al público reflexionar cuando se cierra el telón sobre la vida, la muerte, el amor y la realidad social de los pensionados.