Se celebra desde 1962 y esta es la primera vez que lo vivimos lejos de los escenarios. Festejamos un arte vivo que hoy, por primera vez en nuestras vidas, tiene a todos los teatros del mundo cerrados y es un bajón. Extrañitis aguda y abstinencia ya te sentimos. Pero esta gran paradoja nos recuerda que el teatro va a sobrevivir como lo hizo por más de 2500 años, sorteando todas las guerras y pestes de la historia y renaciendo cual ave fénix.
Hoy es tiempo de quedarnos en casa, pero quien te dice que quizás esta pandemia nos deje nuevas obras. Invoquemos a Shakespeare, el símbolo máximo del teatro universal, que superó dos grandes epidemias y durante el aislamiento de 1606 escribió Rey Lear, Macbeth y Antonio y Cleopatra. Trancu.
El arte nos transforma, pero hoy vamos encontrando la manera de transformarlo para seguir teniéndolo cerca a fuerza de teatro filmado, streaming, encuentros en vivo con lecturas teatrales, e incluso la posibilidad de ver teatro de todo el mundo con la liberación de piezas de los grandes teatros desde Alemania a Broadway y acá en Buenos Aires que cada día aparecen nuevos links para que el teatro siga vivo a como dé lugar.
Hoy más que nunca, bancamos la parada con la certeza de que volveremos a abrazarnos en todos los teatros del mundo y será épico.