El pasado sábado 9 de junio falleció el actor Walter Santa Ana (padre de Muriel Santa Ana), a los 79 años, víctima de complicaciones respiratorias en su internación en el sanatorio La Providencia. Fue velado el domingo en el Teatro Cervantes.
Nacido el 25 de diciembre de 1932, Walter se había formado en la Escuela Nacional de Arte Dramático, de la que egresó en 1956 y donde tuvo maestros como Antonio Cunil Cabanillas. Desde entonces desarrolló una intensa carrera en teatro, cine y televisión. Edipo rey , El avaro , Rey Lear , Galileo Galilei , La ópera de tres centavos y Las brujas de Salem son algunos de los tantos títulos a los que le puso cuerpo y alma. En cine participó de La Patagonia rebelde y Fuiste mía un verano. Hijo de un inmigrante canario, el actor cultivaba el bajo perfil y se definía como un hombre “propenso a la amargura”. Santa Ana continuó su trabajo actoral hasta la etapa final de su enfermedad, a pesar de que había perdido la visión casi por completo. Respecto a su pérdida de la visión, comentaba: “Uno se hace entero aún con las pérdidas. Las pérdidas lo completan a uno porque es resistiéndolas como se sostiene la existencia.”
En un comunicado expedido el domingo por las autoridades del Teatro San Martín se leía: “Compañero entrañable de todos los trabajadores de esta casa, extrañaremos su presencia, su ética, sus charlas, su inteligencia, su humor, su ironía, sus poemas, sus libros, su profunda sabiduría; hemos perdido a un viejo y querido amigo.”